Fotos de oficinas en los 90: ¿cualquier tiempo pasado fue mejor?

Es un hecho que 2020 marcó un antes y un después en la forma de entender el mundo, la vida y el trabajo 😷. Las empresas reformularon su manera y forma de percibir el trabajo, creando espacios mucho más conectados y diseñando oficinas más abiertas y minimalistas que comenzaron a convivir con el teletrabajo de una forma más habitual a la que estábamos acostumbrados 💻

Las oficinas en la actualidad pueden tener mucho o nada que ver con las oficinas de hace treinta años. En plena década de los 90, la tecnología no era la de ahora y el saber ocupaba mucho más lugar, puesto que las posibilidades de almacenamiento y archivo no eran las mismas 🗃️Esto es precisamente lo que refleja The Office, más de 60 imágenes tomadas por el fotógrafo estadounidense Steven Ahlgren que, a lo largo de diez años, muestra un trabajo fotográfico del pasado 📷, no tan lejano para muchos, y que, aun con avances, parece que sigue manteniendo su misma esencia tres décadas después. Apta para nostálgicos, y para aquellos que les pique el gusanillo de la curiosidad por saber cómo era todo antes de su propia incursión en el mundo laboral 😉

Una “Gran Renuncia” fue la que favoreció la verdadera vocación de Steven Ahlgren

Antes de convertirse en fotógrafo profesional, Ahlgren trabajó como banquero, y fue precisamente la monotonía de su lugar de trabajo lo que le proporcionó un punto de partida único 💥, hasta el punto de que se terminaría convirtiendo en un proyecto artístico de 10 años. Entre 1990 y 2001 capturó diferentes instantáneas en los edificios de compañías de seguros y préstamos, bufetes de abogados y revistas en Virginia, Massachusetts y Silicon Valley🏢https://www.instagram.com/p/Chs6a9evTAr/?utm_source=ig_web_copy_link

Mucho antes de embarcarse en esta serie fotográfica, aburrido e insatisfecho con su trabajo en la banca, Steven comenzó en 1987 a hacer visitas periódicas al Walker Art Center para ver la obra Office at Night, del pintor norteamericano Edward Hopper🎨. Trazando paralelismos entre la pintura de este autor y el propio entorno de trabajo que vivía en su presente, Ahlgren descubrió que estaba más preocupado por la interpretación artística de este escenario que por su propia experiencia diaria, lo que le llevó a replantearse su profesión y su forma de vida 🤯

Inspirado por su poco emocionante pasado en la banca

Steven dejó la banca y, poco tiempo después, consiguió un trabajo en un laboratorio de fotografía 📸, mientras también iba a clases de Historia del Arte🖌️. Cuando llegó a la escuela de postgrado, filmó una serie en blanco y negro de las zonas industriales de New Haven que, aunque en la actualidad sigue siendo una de las favoritas del fotógrafo, no recibió buenas críticas por parte de sus compañeros de clase en ese momento.

Durante aquellos meses fotografió varios eventos de la Cámara de Comercio de New Haven y, al estar cerca de todos los oficinistas, encontró una nueva fuente de inspiración que lo llevó a la creación de su propia tesis. Tras graduarse, continuó visitando aquellos espacios y asistiendo a eventos de networking para seguir tomando fotografías de estos trabajadores 👩💼🧑‍💼

En cada una de estas personas, Steven veía algo de sí mismo, ya que, al tomar instantáneas de la cotidianeidad de aquellos hombres y mujeres, recordaba cómo se sentía él mismo cuando trabajaba en el banco. Por ello, asegura que estas instantáneas son también lo más parecido a un autorretrato que ha podido hacer a lo largo de toda su carrera profesional.

Es posible que hayamos cambiado, pero tal vez no tanto…

Pizarras blancas con sus rotuladores de colores👨‍🏫, ordenadores de sobremesa pesados, muchos cables alrededor💾, archivos de metal 🗃️🗃️🗃️, teléfonos fijos con teclas o con rueda☎️, trabajadores uniformados con camisa y corbata👔,… Es cierto que los códigos de vestimenta se han relajado en muchos entornos laborales en la actualidad. Pero, si miramos más allá de los avances tecnológicos, la obra de Steven Ahlgren nos indica, como él mismo asegura, que la escena era prácticamente la misma en todos los escenarios (y también podemos comprobar que lo es en la actualidad): personas con teléfonos 📱, ordenadores💻, y en reuniones🤝🏻

Todas las imágenes de esta serie ambientada en los 90 son curiosamente íntimas y se puede ver a los empleados mirando el papeleo 📝, hablando por teléfonos fijos ☎️, sin moverse del escritorio o asistiendo a reuniones bajo las luces fluorescentes en el techo 💡 (os suena a algunos, ¿verdad?). “Tal vez los monitores de los ordenadores se volvieron un poco más elegantes y la moda de la oficina cambió, pero, en realidad, no tanto”, afirma Ahlgren 😊 

El proyecto The Office concluyó en 2001. En aquel momento, el interés de Steven se desvaneció junto con la llegada de sus hijos y también un nuevo cambio en su estilo de vida. 

«Tenía algo de amargura por los años que pasé en la banca y sentí que perdí el tiempo», indica Ahlgren. “Entonces, cuando comencé este proyecto, pensé: ‘Aquí hay gente que está desperdiciando su vida, como yo’. Pero luego comencé a empatizar realmente con ellos, y es posible que les haya encantado su trabajo» ❤️

Costumbrismo, rutina y trabajo de oficina plasmado en un trabajo sin filtros

El uso que hace Ahlgren de la iluminación en sus fotografías, al estilo de Hopper (que destaca sujetos solitarios y proyecta sombras geométricas evocadoras), no fue del todo diseñado: el fotógrafo nunca trajo sus propias luces para tomar sus fotos, por lo que la iluminación clínica siempre fue lo que había en cada una de las oficinas fotografiadas. 

Pero la influencia del pintor también es clara en la tranquila intensidad y la ambigüedad poética de las tomas, con empleados a menudo capturados solos o interactuando con figuras invisibles y rostros oscurecidos.

👉Si os interesa conocer más de cerca The Office, de Steven Ahlgren, está disponible en un libro recopilatorio a la venta en la editorial Hoxton Mini Press.

¿Os parece que hayamos cambiado mucho respecto a la forma de trabajar en las oficinas? Os leemos en comentarios 👁️‍🗨️

¡Hasta la siguiente Pausa!