Sara Bellapart, triatleta incansable, viaja hacia su nueva meta junto a Alliance Vending
Hoy dedicamos una pausa agradable a la promesa del deporte Sara Bellapart, amante del movimiento y retos físicos y mentales desde su más tierna infancia. Desde Alliance Vending acompañamos a Bellapart en sus nuevas metas y os contamos su cómo y sus porqués.
¡Cuéntanos tu historia de superheroína! ¿Cómo pasaste de ser una mortal a una
Ironwoman? ¿Tienes alguna otra gesta deportiva en tu currículum que quieras
revelarnos?
Siempre me ha gustado hacer deporte, de cualquier tipo. De pequeña el deporte que practicaba era el atletismo, más adelante lo combinaba con BTT, hasta que a los 16 años me apunté a mi primer triatlón sprint en Sant Pere Pescador (Girona). Desde entonces he participado en numerosos triatlones por toda Cataluña, así como en marchas cicloturistas, carreras de natación y de correr.
Sin embargo, siempre tuve en mente terminar un Ironman, y aunque lo tenía claro, lo veía un objetivo muy lejano y me daba miedo no ser capaz de conseguirlo.
Es por eso que dejé pasar la etapa de estudiante y no fue hasta el año pasado que decidí apuntarme a mi primer Ironman en Klagenfurt (Austria), aprovechando una época de mi vida en la que estaba dispuesta a priorizar los entrenamientos y todo lo que conlleva el camino hasta llegar al día de la carrera preparada.
Hawái, el paraíso de los surfistas y ahora, tu próximo campo de batalla en el Ironman. ¿Qué te hizo decir «Sí, quiero» a este enorme desafío?
El verano de 2022, mientras corría en el Ironman de Klagenfurt, era consciente de que estaba haciendo un buen papel y, quieras o no, el primer objetivo de sólo acabarlo se fue convirtiendo en más ambicioso. Terminé la carrera en 11h y 38minutos y 4ta de mi categoría. Durante los meses de entrenamiento quedé en las primeras posiciones en las competiciones en que participé, pero un Ironman es un Ironman y no me lo esperaba. Ese día me di cuenta de que luchar por clasificarme para el mundial de Ironman en Kona (Hawai) era posible, aunque complicado.
Este año 2023 he participado en el Ironman de Niza (Francia), la carrera donde he conseguido la plaza para participar en el campeonato del mundo. No me lo había puesto como principal objetivo ya que sabía que era difícil y tampoco me quería frustrar, pero mentiría si no dijese que no me lo quité de la cabeza en buena parte de la carrera.
La verdad es que hace dos años, antes de empezar esta aventura de los Ironmanes, nunca me habría imaginado llegar hasta aquí, estoy viviendo un sueño que no sabía que estaba a mi alcance.
Prepararse para un Ironman suena como entrenar para ser un Jedi. ¿Cómo ha sido tu «entrenamiento Jedi» para conquistar Hawái? ¿Algún ritual o mantra especial? ¿Un gran maestro o maestra que debas nombrar?
Para entrenar un Ironman hay que tener muchas ganas y a la vez mucho tiempo, ya que requiere una dedicación considerable. Así que cuando decidí entrenar durante 6 meses para mi primer Ironman lo hice porque tenía ambas cosas (o mejor dicho, que estaba dispuesta a invertirlas en eso).
La verdad es que la prueba me daba, y a día de hoy todavía me da, mucho respeto, por eso creí necesario que alguien me orientara con los entrenamientos. En seguida me puse en contacto con Marcel Zamora (ex triatleta profesional), que para mí es un referente y, además, vive cerca de mi ciudad, Girona. Él me ha entrenado durante este tiempo y estoy encantada.
Más que un mantra, el único secreto que tengo es entrenar, entrenar y entrenar. A veces da pereza porque el día no acompaña, porque se ha hecho tarde, o porque no estás fina… Pero estos son los que más cuentan, porque en pruebas tan largas también hay que entrenar el coco y, aunque cueste, yo creo que la clave es no fallar nunca. Siempre digo que yo no soy buena, pero sí soy una buena motivada.
Dicen que detrás de todo gran atleta hay un equipo de apoyo increíble. ¿Qué supone para ti contar con Alliance Vending como patrocinador oficial?
Yo soy ingeniera de puentes y caminos de profesión y triatleta de afición, de manera que trabajo a jornada completa de ingeniera y practico deporte como hobby. Actualmente me encuentro que esta afición me ocupa casi las mismas horas que una jornada completa y, aparte de que es difícil de sostener a nivel de horarios, requiere un gasto enorme en cuanto a inscripciones, material, entrenamientos, desplazamientos…
El patrocinio de Alliance Vending me ha quitado los quebraderos de cabeza que a veces me supone gestionar económicamente todo esto que estoy viviendo, de manera que me permite disfrutar mucho más esta experiencia, además de llevar a Hawái una marca con unos valores tan importantes como la inclusión social y la sostenibilidad.
Si el Ironman de Hawái fuera una película, ¿cuál sería tu final ideal? ¿Tienes algún «truco bajo la manga» para asegurarte un gran resultado?
Un Ironman es una prueba muy larga en la que pueden pasar muchas cosas que a veces no se tienen bajo control. De todas formas, yo he entrenado siguiendo los mismos pasos que he seguido en los otros dos Ironmanes, en los cuales he mejorado a lo largo del tiempo y sobre todo he disfrutado desde el primer segundo hasta el último.
Aunque el clima de la isla de Hawai convierte el Ironman en muy duro por su humedad y viento, a mí me gustaría conseguir mejorar mi marca (11h 27min). Por si esto fuera poco, siendo ya complicado bajar mi tiempo, me mojo y confieso que mi final ideal sería conseguir bajar de las 11h, aunque reconozco que es un objetivo muy ambicioso y quizás no debería gritarlo a los cuatro vientos porque es difícil de conseguir.
Para asegurarme un gran resultado necesito los ánimos de los míos, sobre todo de mi madre y de mi pareja que me siguen a todos lados (por supuesto no faltarán a la cita que nos depara en Kona) y es que para mí sus ánimos son como si me dieran un litro de agua. Durante el tramo de correr será vital escucharlos gritar y saber que están conmigo, este es mi truco bajo la manga para no bajar la guardia y seguir apretando los dientes hasta la meta.
Para los aspirantes a Ironman que nos leen, ¿tienes consejo de oro para mantener la chispa y la pasión en este deporte tan exigente?
Lo que a mí me sirve para mantener la chispa es participar en otras competiciones los meses anteriores, que también sirven como muy buenos entrenamientos porque son donde se refleja la mejora.
Seguramente en una salida de un domingo cualquiera no la notas pero, en cambio, compitiendo en una marcha cicloturista o en media maratón, aunque no sean el objetivo principal de los entrenamientos, nos sale la vena de deportista o lo que yo llamo “el efecto dorsal” y quedan reflejados los resultados.
Yo siempre digo que para hacer un Ironman te tiene que gustar mucho, si no, no vale la pena. Son muchas horas, muchos días y meses sin descanso, entrenamientos duros que no salen, entrenamientos muy largos en soledad… Para los que más nos gusta a veces también supone un gran sacrificio, pero a pesar de ello, continuamos haciéndolo porque sin duda la recompensa es mucho más valiosa.
Si pudieras elegir una banda sonora para acompañarte durante la competencia, ¿cuál sería? ¿Hay alguna canción que te ponga en «modo bestia» para entrenar?
Siempre entreno sin música. Nadando no me lo he ni planteado nunca, en bicicleta me encanta sentir lo que pasa a mi alrededor, los pájaros, la misma bicicleta… Y corriendo también estoy bien sin ella, aunque reconozco que alguna vez me ha pasado por la cabeza y acabo tarareando por dentro alguna canción.
Si tuviera que elegir una canción, por raro que parezca, no escogería una marchosa, sino alguna intensa y emocionante para mí, de esas que en un concierto te hacen levantar por el sentimiento y no para bailar, como Abril del 74 de Lluís Llach.
Después del Ironman, ¿qué viene para ti? ¿Unas merecidas vacaciones en una isla desierta o ya tienes la mira puesta en la próxima misión?
Me inquieta pensar qué haré después de Hawái, para mí hay un antes y un después en mi vida marcado por este hito. Y es que estoy viviendo una experiencia que recordaré para siempre. Habiendo conseguido este sueño, el próximo año me gustaría competir en half Ironman, ya que pienso que puedo hacer un buen papel en esta distancia.
Me apetece cambiar un poco la tipología de entrenamientos (¡también tener algún día de descanso de vez en cuando!) y hacer cosas a las que he renunciado durante este tiempo, a mi cuerpo le convendrá descansar un poco después de hacer 2 Ironmanes con tres meses de diferencia.
Tengo ganas de seguir entrenando, eso sin duda, pero no agobiarme si quiero ir a la montaña o a esquiar, tomármelo con menos autoexigencia y disfrutar de un tiempo para descansar tanto el cuerpo como la mente. ¡A ver cuánto dura este tiempo…!
Varios días más tarde tras la entrevista, Sara se dirige a su destino y recarga fuerzas con nosotros por el camino. Le deseamos toda la suerte e ilusión del mundo para que no solo llegue a su meta sino que también disfrute el camino.
Dejar un comentario