Las tradiciones gastronómicas protagonizan la cultura de muchos de los rincones de la geografía española. En la Comunidad Valenciana uno de los más reconocidos, indudablemente, es el llamado esmorzaret. Lo que muchos llaman ahora brunch, es un rito ancestral que proviene del campo y se respeta de forma rigurosa en todos los establecimientos hosteleros.
Origen del esmorzaret: esta es su historia
Traducida del valenciano como ‘almuercito’ (y no por su tamaño pequeño precisamente), esta palabra alude a los descansos que los jornaleros de la huerta se tomaban antiguamente para reponer fuerzas y coger energía para continuar con el duro trabajo.
Con el paso de los años, este parón para alimentar el estómago se ha mantenido, convirtiéndose en un momento de reunión con amigos y familiares y adquiriendo un carácter más festivo. Además, el momento especial del día no se hace a cualquier hora. Según manda la costumbre, el esmorzaret se debe realizar entre las 9:00 y las 12:00 horas.
El bocadillo, la gran estrella del esmorzaret
Esta popular tradición está formada, casi de manera inamovible, por varios pases, como el que va a comer a un restaurante al uso. El bocadillo es el gran protagonista de este desayuno a lo grande (o más bien almuerzo, según se mire). El otro gran ingrediente es una mezcla de encurtidos (aceitunas, pepinillos o altramuces) y, por supuesto, los cacaus de collaret (un tipo de cacahuete típico de la zona).
La bebida tampoco falta en el esmorzaret. Lo habitual es un vermut local, el amb llimoná (vino con gaseosa), una caña o un café en cualquiera de sus versiones.
Volviendo a los bocadillos, existen algunos más solicitados o típicos que otros. Destaca el bocadillo de Blanc i Negre, que lleva queso fresco blanco y morcilla negra; el Almussafes, una combinación de sobrasada, queso y cebolla a la plancha; la Brascada, con ternera, jamón serrano y cebolla pochada, y el chivito, cargado de bacon, lomo, huevo y lechuga.
Además, hay otros más sencillos para elegir, pero en los que se incluye siempre el embutido y las verduras de la huerta valenciana.
Un Guinness Récord para un esmorzaret a lo grande
El sabor y la cultura no solo definen el folclore valenciano, también son objeto de premio. Y es que el 28 de septiembre de 2024 los Jardines de Viveros asistieron a una celebración masiva que consiguió un récord Guinness mundial.
Más de 300 personas protagonizaron un esmorzaret en total sincronía, cumpliendo con las directrices de la compañía de récords. Iniciaron la cita con chupitos de cassalla y mistela en un multitudinario brindis para seguir con el resto de los bocados.
¿Y vosotros? ¿Habéis vivido alguna vez el esmorzaret? ¡Compartidlo en comentarios y nos leemos en la próxima Pausa!
