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Decálogo de sostenibilidad para un mundo mejor

Contribuir a la mejora y el cuidado de la sociedad en la que vivimos y al sostenimiento del medioambiente se ha convertido en una realidad cada vez más necesaria, más allá de promesas o buenas intenciones. Muchas empresas e instituciones apuestan ya por un modelo sostenible de crecimiento, integrando medidas a largo plazo y también en el día a día.

Junto con las empresas, lo que hagamos individualmente (aunque a veces pueda parecer insignificante) es determinante para construir un mundo mejor. No se trata de ser perfectos, sino conscientes. En esta Pausa daremos un repaso a 10 recomendaciones a tener en cuenta para llevar una vida sostenible:

1. Consume de forma responsable

Antes de comprar, pregúntate si realmente lo necesitas. Optar por productos duraderos, locales y con bajo impacto ambiental es fundamental. A veces compramos solo por comprar, generando más residuos de lo necesario y gastando recursos en exceso. En este sentido, es importante apoyar a las marcas que promueven prácticas éticas y sostenibles.

2. Pon en práctica la regla de las 4R

Aunque la regla de las tres erres es la más conocida, con el tiempo se ha dado un paso más. En la actualidad, el objetivo es poner en práctica la regla de las 4R: reducir, reutilizar, reciclar y recuperar. En definitiva, se trata de un conjunto de prácticas sostenibles que promueven la sostenibilidad y la economía circular al minimizar la generación de residuos y maximizar el uso de los materiales. 

3. Ahorra energía

Apaga luces y electrodomésticos cuando no los uses en un largo periodo (permite ahorrar al planeta emisiones de dióxido de carbono). Otra alternativa es cambiar a bombillas LED y adquirir nuevos aparatos teniendo siempre en cuenta la eficiencia energética. También puedes explorar fuentes de energía renovable como la solar.

4. Cuida el agua

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Aunque parezca un consejo sencillo que suele darse a los niños, todavía son muchas las personas que no son conscientes de la importancia del agua y su preservación. Por eso, es clave cerrar el grifo mientras te cepillas los dientes, reparar fugas y utilizar sistemas de ahorro en inodoros y duchas. En España, durante el último siglo más de la mitad de los años han sido secos o muy secos, según los expertos.

5. Alimentación sostenible

¿Es posible llevar una dieta sana y sostenible? No es difícil si se aprende cuáles son los pilares para hacerlo adecuadamente. Una de las principales recomendaciones es reducir el consumo de carne y productos ultraprocesados; así como favorecer una dieta basada en productos vegetales, de temporada y, a ser posible, de producción ecológica.

6. Usa medios de transporte sostenibles

Caminar, montar en bicicleta para ir de un sitio a otro o emplear más el transporte público también tiene un impacto positivo en el medio ambiente. Y si usar el coche es imprescindible, lo ideal es compartirlo o elegir uno eléctrico o híbrido.

7. Protege la biodiversidad

Si tienes un huerto o jardín, evita el uso de pesticidas y herbicidas porque, aunque sea un espacio pequeño, influye en el entorno. También se aconseja plantar especies locales, respetar los ecosistemas naturales y realizar actividades al aire libre sin generar un impacto negativo. Y es que la biodiversidad es fundamental para el funcionamiento de los ecosistemas y un termómetro que mide la salud de la vida en la Tierra. 

8. Educa y sensibiliza

Promover la educación ambiental es sinónimo de generar conciencia y habilidades en las personas para entender y abordar los problemas ambientales, fomentando un cambio hacia una conducta más sostenible. Se trata de un enfoque educativo que no solo transmite conocimientos, sino que también fomenta la participación en la protección del medio ambiente.

9. Apoya políticas sostenibles

La sensibilización ambiental es la primera piedra para construir un mundo más responsable y respetuoso con el planeta. En el ámbito político es igual de importante y todo granito de arena suma. Por eso, hay que escuchar e informarse sobre las propuestas ecológicas de gobiernos y empresas, así como votar con conciencia ambiental a aquellos que llevan a cabo y plantean acciones concretas para proteger el medio ambiente.

10. Participa activamente en tu comunidad

Hoy en día existen numerosos proyectos locales en los que cualquier usuario con conciencia ambiental puede participar arrimando el hombro y marcando la diferencia. Por ejemplo, existen proyectos de asociaciones que promueven la reforestación en áreas de bosques quemados o afectadas por la desertización: acciones de limpieza de espacios naturales; proyectos de agricultura urbana e iniciativas de movilidad sostenible. El cambio empieza en el entorno más cercano, y cada colaboración cuenta.

¿Se te ocurren más iniciativas que añadir al decálogo? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!