Cinco cafeterías de visita obligatoria

Hay cafeterías que ofrecen mucho más que un aperitivo. Brindan una experiencia al usuario que se acerca hasta su local. Algunas dejan anonadado a cualquiera que se asoma por su puerta con sus decorados inspirados en éxitos de taquilla. Otras ofrecen una experiencia que hace aún más especial ese café, permitiendo disfrutar de la compañía de mininos. Si todas tienen algo en común es que sirven algo más que café.

Los cat-cafés

Los cat-cafés, como su propio nombre indican, unen la experiencia de tomarse un café con la de disfrutar de la compañía de uno o varios gatos. Este tipo de locales nacieron en Taiwán, ya que muchos de sus habitantes no podían acoger uno en su propia casa. Por eso, para no renunciar a las caricias, los ronroneos y los juegos, nacieron estas cafeterías no aptas para alérgicos. Sin embargo, donde realmente triunfan es en Japón. Son muchos los que se acercan a estos locales y pagan la cantidad fijada para pasar un buen rato. ¿Sabías que en España ya hay algunos? Muchos de ellos ofrecen un servicio de adopción; es decir, si le coges demasiado cariño a ese minino que te ha acompañado durante el café, puedes llevártelo a casa. Eso sí, antes tienes que tener el visto bueno de la protectora de animales con la que colabora el local al que acudas.

Cafeterías con cursos de latte-art

¿Quién no se ha quedado fascinado con los dibujos que algunos baristas son capaces de hacer? El latte art cada vez es más visible en las cafeterías y un seguro si lo que quieres son conseguir likes. Esta técnica transforma un café latte o un cappuccino en una experiencia divertida y creativa. Eso sí, el límite lo pone la imaginación y la destreza de cada uno. Si te animas a probar suerte, hay muchas cafeterías que están compartiendo sus trucos y técnicas. Si eres de esos clientes que se atreven a experimentar con la leche, ya sea en el café o en otras bebidas como chocolate o el té matcha, ¡tienes deberes!

Las cafeterías tematizadas

Tomarse un café puede ser, literalmente, de película. Muchos los locales inspiran su decoración en un éxito de taquilla o en una saga de éxito. En las calles de Madrid se esconde un lugar en el que podría vivir el Sombrerero Loco. La decoración de Rosi La Loca parece estar sacada de ‘Alicia en el País de las Maravillas’. Hay muchos otros que bien podrían localizarse en el Callejón Diagon, como Los tres calderos, en la malagueña localidad de Fuengirola. Incluso hay algunos establecimientos tan románticos y cuidados que podrían ser parte de una escena de ‘Los Bridgerton’. No sabemos si el Duque de Hastings estará por Madrid, pero si está en un sitio es el caso de Salon des Fleurs.

Cafeterías con mucha historia

Hay locales que tienen mucho que contar. Como el restaurante café Royalty, situado en Cádiz. Abrió sus puertas en 1912 y, a día de hoy, es el único gran café romántico histórico conservado en Andalucía y en España. En sus techos hay pinturas de artistas de renombre como Felipe Abarzuza, y cuenta con una exquisita carpintería artesanal y escayolas originales recubiertas de pan de oro fino. Todo esto sumado al mobiliario de las primeras décadas del siglo XX. ¡Una auténtica obra de arte en la que puedes tomarte tu café favorito!

Más antiguo aún es el madrileño Café Gijón, que abrió sus puertas en 1888. En sus mesas han ocurrido algunas de las tertulias literarias más relevantes de nuestro país. Federico García Lorca, Benito Pérez Galdós o Valle Inclán compartieron más que azucarillos.

Cafeterías de otro mundo

Hay cafeterías en las que imprimen tu foto o tu obra de arte favorita en la espuma de tu café, como en la madrileña Casa Loca. Sin embargo, eso no es alocado que podemos encontrar. En Seúl, Corea del Sur, hay un local en el que te sentirás como un dibujo animado. Todo, absolutamente todo, recuerda el trazo de un dibujo sobre un lienzo blanco. Las mesas, las sillas, las puertas, la decoración e, incluso, la cubertería se inspiran en esa sensación. Este local ofrece café y zumos muy elaborados.

Y tú, ¿cuál te animarías a probar? Para los más impacientes, la máquina de café os está esperando… mientras miramos los billetes de avión.