Día de los Bosques: Tesoros Verdes que Debemos Proteger
Los bosques, considerados los auténticos pulmones verdes del planeta, representan más de 4000 millones de hectáreas en la actualidad. No sólo se ubican en los ecosistemas de mayor diversidad, sino que albergan cerca del 80% de los animales y plantas terrestres. Una cifra clave para la salud del mundo en el que vivimos.
Hoy en día España ocupa el segundo puesto en el ranking de países europeos con mayor superficie forestal. Para concienciar sobre su importancia y la necesidad de cuidarlos, queremos recordar algunos de los beneficios que aportan estos tesoros verdes a la sociedad.
Adiós al efecto invernadero
¿Sabías que tan sólo un árbol puede absorber hasta 150 kg de CO2 al año? Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los bosques son fundamentales para luchar contra el cambio climático ya que el dióxido de carbono es el principal causante de las emisiones de efecto invernadero y del calentamiento global. Curiosamente, árboles como el pino o el alcornoque son los que más CO2 absorben.
Protegen el suelo y el agua
La desertificación y la pérdida de la calidad del suelo es uno de los grandes problemas que sufren los entornos naturales actualmente. En este sentido, los bosques desempeñan un papel fundamental: intervienen en la protección de los recursos hídricos y en el ciclo del agua al ejercer de esponjas naturales, absorbiendo la lluvia y almacenándola.
Además de proteger el suelo y los recursos hídricos de la filtración de contaminantes, la caída de las hojas y las ramas en descomposición generan nutrientes, ayudando así a la biodiversidad.
El hogar de la fauna y la flora
Miles de plantas y animales encuentran en los bosques su hogar. Son hábitats naturales para la vida silvestre, desde mamíferos hasta miles de insectos. En estos tesoros verdes encuentran alimento, pero también, en el caso de las especies vegetales, son ellas mismas las que proporcionan sustento, refugio y otros recursos para la fauna.
Contaminación acústica
Las arboledas funcionan como pantallas protectoras del ruido, reduciendo la contaminación acústica. Actúan como auténticas barreras, eliminando el ruido y su impacto negativo hasta en un 40 por ciento. Con ello se consigue mejorar la salud física y mental de las personas, disminuyendo la tensión arterial y el estrés.
Y es que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ruido no sólo afecta a la capacidad auditiva, también altera la concentración, la memoria y puede provocar ansiedad.
Bosques urbanos
La creación de estos rincones naturales en medio del tráfico y de las prisas que definen las grandes ciudades aportan muchos y grandes beneficios. Filtran la contaminación, reducen la suciedad y el polvo, regulan la temperatura y permiten la reintroducción de especies de árboles locales, mejorando la biodiversidad y creciendo con más rapidez.
Los bosques urbanos también contribuyen al bienestar de las comunidades urbanas. ¿Cómo? Se convierten en espacios verdes de ocio donde dar un paseo con la bici, caminar por sus senderos o aprovechar áreas recreativas para hacer un picnic en familia. Eso sí, su cuidado y mantenimiento es vital.
Lo cierto es que la propia ONU y la Agenda 2030 marca como uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), concretamente el número 15, la protección de ecosistemas terrestres como los bosques que “ofrecen numerosos servicios ambientales necesarios para la humanidad”. Los bosques son, por tanto, imprescindibles para proteger la biodiversidad y para garantizar un futuro verde y saludable para todos.
¡Plántate para el cambio!
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