Abres una pestaña nueva en tu explorador, escribes ChatGPT y ¡voilá! Comienzas una conversación para despejar las dudas sobre los próximos retos de la Inteligencia Artificial. La famosa IA ha irrumpido en nuestra rutina poniendo a nuestro servicio un algoritmo realmente complejo capaz de aprender, comprender y razonar, nutriéndose de la inteligencia humana.
SI le preguntas a ChatGPT o Gemini te dirán claramente cuáles son sus desafíos más inmediatos:
- Mejorar la capacidad para entender contextos complejos y matices del lenguaje humano.
- Desarrollar métodos para generar respuestas que se adapten a diferentes perspectivas y contextos culturales.
- Ser más transparentes y tener una manera más clara y comprensible de dar una respuesta.
- Tener una interacción más natural con el usuario, entre otros aspectos.
Sin duda, uno de los principales desafíos es la interpretación y la comprensión del lenguaje. Sin embargo, son muchos otros los retos o desafíos que se presentan ante la llegada de la inteligencia artificial. Y es que, más allá de la IA para crear contenido o hacer búsquedas tradicionales de información, ya existen muchas otras herramientas. Por ejemplo, las diseñadas para crear imágenes, verificar plagios o crear canciones prácticamente de la nada.
Desde el punto de vista tecnológico, el futuro plantea la necesidad de abordar el diseño de conjuntos de datos más equitativos y el desarrollo de técnicas de sesgo para evitar que este afecte a las respuestas que ofrece.