Alimentación consciente: Descubre cómo la comida afecta a tu bienestar mental y físico

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Las dietas pobres, el estrés y el aumento de la producción de procesados se ha convertido en el talón de Aquiles de la salud de la población. La calidad de los alimentos que consumimos y la manera en que lo hacemos es determinante no sólo para el cuerpo, también para la mente. Sin embargo, cada vez son más las personas que toman conciencia de los factores de riesgos de no llevar buenos hábitos alimenticios y avanzan hacia un modelo de vida más sostenible. De ahí surge el concepto de alimentación consciente.  

Aprovecha esta pausa, sigue leyendo y conoce sus beneficios.

Qué es la alimentación consciente

La alimentación consciente, también llamada mindful eating, es un método o una práctica que se basa en la atención plena en el momento de comer y en mantener una relación más sana y equilibrada con la comida. Esta corriente nace del famoso mindfulness. Basado en antiguas prácticas budistas de hace más de 2000 años, es Jon Kabat-Zinn quien lo integra en la medicina y psicología occidental como técnica actual de meditación. Estar distraído o agobiado respecto a qué y cómo comemos tiene consecuencias a nivel físico y psicológico. Por eso es fundamental prestar atención a los sabores, los olores y las sensaciones físicas como el hambre o la saciedad.

Cómo ponerla en práctica

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Como cualquier otra corriente, engloba un conjunto de principios que permiten entender el trasfondo de la teoría y ponerla en práctica. Aquí tienes algunos de los pasos o conceptos a seguir para llevar una alimentación consciente en el día a día:

  • Prestar atención a las señales del cuerpo, comiendo cuando se tiene hambre y deteniéndose cuando se está satisfecho.
  • Comer despacio y masticar bien los alimentos, tomando conciencia plena de lo que sentimos y disfrutando cada bocado (pero de verdad de la buena).
  • Aprender a distinguir entre el hambre física y la necesidad real de comer y el hambre emocional a causa del estrés o el aburrimiento. 
  • Incluir en la dieta aquellos alimentos que nutran el cuerpo y promuevan la salud.
  • Comer en un ambiente tranquilo y agradable. Esto ayuda a estar más presente. 
  • ¡Adiós a los juicios! Observar los propios patrones alimenticios con curiosidad y sin crítica o culpa. Con ello facilitamos el cambio positivo hacia la alimentación sostenible.

Tal y como indican desde la Academia Española de Nutrición y Dietética es posible iniciarse en la alimentación consciente siguiendo la técnica EHVA. Esta técnica tiene como objetivo desarrollar ciertas habilidades que puede que hayamos perdido sin darnos cuenta: 

  • La E hace referencia a las emociones y a saber cómo nos sentimos cuando nos ponemos delante de un plato de comida.
  • La H significa hambre. Esta técnica propone cuantificar mediante una escala y dejar de comer cuando se sienta un nivel 6, que significa estar satisfecho. Este termómetro, por así decirlo, abarca desde el número 1 que es ‘desmayado’ pasando por el 5 (‘ni hambriento ni lleno’) hasta llegar al 10, que significa ‘siento náuseas’.
  • La V responde al concepto de velocidad. Es importante masticar tranquilamente y atender a los sabores, texturas y aromas.

La A, como no podía ser de otra manera, corresponde a la idea de atención. Así se pretende evitar el famoso multitasking y vivir la alimentación como una experiencia.

Beneficios para el cuerpo y la mente

La alimentación consciente puede mejorar tanto la salud física como el bienestar mental y emocional. Algo que deriva del propio enfoque basado en la conexión con el cuerpo y la comida. 

Entre los muchos beneficios que aporta esta práctica destaca la reducción de problemas digestivos al facilitar la digestión y absorción de nutrientes; mantener un peso saludable; fomentar un estado de calma y relajación; mayor conciencia de los patrones alimenticios y las emociones asociadas con la comida, y mejorar las interacciones sociales al estar más presentes.

En definitiva, se trata de una manera de vida, de una técnica para aprender a alimentarse bien para siempre. Un paso más allá para transformar la relación con la comida y aportar numerosos beneficios a la vida.

Y vosotros, ¿lleváis una alimentación consciente? ¡Nos leemos en la próxima ‘Pausa’!

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