Turismo de aventura en la naturaleza: destinos para los amantes de la adrenalina

Turismo de aventuras

¿Eres un espíritu inquieto? En ese caso tumbarte en la playa horas y horas o dar un paseo tomando un helado no es tu plan ideal. Si prefieres desafiar tus límites, cargarte de energía y conectar con la naturaleza de una manera más emocionante, el turismo de aventuras es la opción acertada. Explorar selvas tropicales o densos bosques, escalar montañas enormes, descender rápidos o navegar por las aguas de ríos profundos son algunas de las experiencias más comunes de este tipo de turismo. 

Estos son algunos de los destinos (aunque hay muchos, muchos más) donde hacer realidad ese viaje al aire libre e inyectar un poco de emoción a tus vacaciones:

La magia del archipiélago Revillagigedo en México

Formado por cuatro islas, Revillagigedo forma parte del Patrimonio Natural de la Humanidad y se sitúa a más de 450 kilómetros de la punta sur de la península de Baja California. Este destino cuenta con una reserva marina de 148.000 kilómetros cuadrados y es ideal para los apasionados del buceo. Para acceder a estos islotes es necesario viajar en barco desde los puertos de Colima o Sinaloa.

Para promover el ecoturismo y respetar al máximo este santuario marino y a sus especies, su acceso está limitado y se requiere de un permiso especial.

Trekking del Huayhuash en el corazón de Perú

La Cordillera Huayhuash ofrece, según muchos expertos montañeros, uno de los trekking más bonitos del mundo. Una subida y bajada constante por los picos de los Andes peruanos que contrasta con las torres de hielo rodeadas por ríos, valles y lagunas. Tiene una extensión de 30 kilómetros y una amplia flora y fauna por descubrir. 

Si optas por pasar varios días conociendo esta maravilla de la naturaleza, ve preparado para caminar. Normalmente las excursiones o rutas guiadas ofrecen también la oportunidad de subir a picos tan altos como Diablo Mudo -de más de 5300 metros de altura- u otras actividades más tranquilas como la pesca.

Chamonix, del esquí a la escalada más desafiante

No importa si es verano o invierno, Chamonix es el destino perfecto para disfrutar de la naturaleza y de la aventura a partes iguales. Esta comuna francesa ubicada en el corazón de la Alta Saboya se sitúa a los pies del Mont Blanc. Es famosa por sus pistas de esquí e increíbles funiculares que llevan de una cima a otra para aquellas personas con ganas de un subidón de adrenalina.

El valle, que alcanza los 4800 metros de altura, tiene actividades muy diversas, desde las más contemplativas hasta las más emocionantes. Entre ellas destaca el parapente, rafting o la escalada tanto si eres aprendiz como si quieres perfeccionar la técnica.

La tirolina más larga de Andalucía

Sin salir de España, pero no apta para aquellos que sufren de vértigo. Si es así, mejor pasa de largo por las siguientes líneas porque lo que proponemos es para los amantes de las alturas. En el interior de la provincia de Málaga se encuentra una de las tirolinas más grandes del país y la más larga de la comunidad andaluza. Está en Alhaurín de la Torre y tiene 1350 metros de altura. 

Se enmarca en lo que se conoce como Sunview Park y ofrece vistas tanto al Mediterráneo como a la montaña. Además, la visita se puede combinar con otras actividades al aire libre como el tiro con arco o un paseo a caballo por la zona. 

Si quieres seguir la ruta de tirolinas, haz una parada en la tirolina del Parque Nacional de Ordesa, con un descenso que quita el hipo, o en la del Valle de Liébana en Cantabria con más de 1600 metros de altura.

Pádel surf o barranquismo en Filipinas

Filipinas alberga muchas alternativas para los viajeros más aventureros. Si quieres conocer la naturaleza salvaje del país desde el agua, puedes hacer pádel surf por el río Loboc de la mano de un instructor local. Y si lo que prefieres es tierra firme, no te puedes perder las rutas de senderismo por los arrozales o llamadas terrazas de arroz de Banaue, Batad y Banga.

El barranquismo es otra de las actividades turísticas más habituales. Y es que con paisajes como el de las cataratas Kawasan, practicarlo es inevitable. Su altura, el color azul turquesa de sus aguas o la vegetación que las rodea convierten la experiencia en algo único.

Vía ferrata por España

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La aventura y la diversión están aseguradas al hacer una vía ferrata por algunos de los acantilados o macizos de la geografía española. Es necesario contar con el equipo de seguridad adecuado y conocer bien el recorrido. La técnica para seguir este itinerario montañoso consiste en avanzar a través de una pared vertical ayudándote de anclajes, rampas y rieles. Cada tramo está delimitado por estas herramientas.

Una de las vías ferratas más accesibles es la del Castillo de Peñaflor en Cantabria. Es ideal para los que se están iniciando gracias a su buen equipamiento. Además, permite la llegada al castillo desde la base de la montaña.

Los más veteranos quizás prefieran algo más curioso. La vía Ferrata Cala del Molí, situada en Sant Feliu de Guíxols en la Costa Brava, es la única del mundo que discurre sobre el mar. Cuenta con dos tramos conectados, uno para principiantes y otro para expertos, y está abierta todo el año (aunque es un plan más que veraniego). 

Sea sencilla o para expertos, es importante ir acompañado y recordar la importancia del arnés para estar conectado en todo momento al ‘cable de vida’ que recorre la vía y que evitará cualquier susto. 
¡Así que, ya sabes, prepara tu mochila, pon en modo on tu espíritu aventurero y elige tu destino favorito!

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