Subir al tren al atardecer, cenar en el vagón restaurante mientras el paisaje se difumina tras la ventanilla, dormir en una cama y despertar con un desayuno servido en el compartimento. A la llegada, una ducha rápida y un nuevo destino esperando a ser explorado. Esta escena, que parece sacada de otra época, está volviendo con fuerza en Europa gracias a los trenes nocturnos y a una nueva filosofía de viaje: el slow travel.
Durante décadas, la velocidad fue el valor supremo. Los vuelos de bajo coste y los trenes de alta velocidad redujeron distancias y multiplicaron escapadas, pero también diluyeron la experiencia del trayecto. Hoy, en medio de la urgencia por repensar la sostenibilidad y recuperar el disfrute del camino, los trenes nocturnos vuelven al terreno de juego como una alternativa romántica, práctica y ecológica.
En esta Pausa te contamos en qué consiste el llamado slow travel y cómo disfrutarlo sobre ruedas.
¿Qué es el slow travel?
El slow travel o viaje lento propone algo más que moverse despacio: invita a viajar con conciencia. En lugar de encadenar destinos, se trata de saborear cada trayecto, de entender el viaje de ida como un disfrute en sí mismo. En este contexto, los trenes nocturnos encajan a la perfección. Permiten optimizar el tiempo (se aprovecha para dormir), ahorrar en alojamiento y reducir significativamente la huella de carbono frente al avión.
Compañías como ÖBB Nightjet (Austria), European Sleeper (Bélgica y Países Bajos) y la nueva Nox (Francia) están liderando el renacimiento del ferrocarril nocturno en Europa. Concretamente en España, Renfe conserva su oferta de Trenhotel, que conecta ciudades como Madrid, Lisboa o Galicia, y prepara nuevos proyectos para adaptarse a la creciente demanda.
Más allá de la sostenibilidad, estos servicios apuestan por la comodidad y la experiencia. Los nuevos trenes nocturnos ofrecen cabinas privadas, camas reales, duchas y vagones restaurante con menús locales. Algunos incluso disponen de Wi-Fi, control de temperatura individual y espacios de coworking. Viajar de noche se ha convertido en todo un lujo asequible para quienes buscan tiempo y relax.
Los 5 trenes nocturnos más emblemáticos de Europa
Nightjet Viena–París: una ruta que une dos capitales históricas en unas 14 horas, con cabinas confortables y servicio de desayuno incluido.
European Sleeper Bruselas–Berlín: reintroducido en 2023, conecta el corazón político de Europa con su capital cultural.
The Caledonian Sleeper (Londres–Edimburgo): un clásico británico que permite recorrer Escocia dormido, con cabinas de lujo y vistas a las Highlands.
Trenhotel Lusitania (Madrid–Lisboa): la conexión ibérica por excelencia, que combina historia, comodidad y un encanto melancólico.
Nox París–Barcelona: uno de los lanzamientos más esperados, que promete unir dos de las ciudades más visitadas de Europa sin pasar por el aeropuerto.
En una era llena de prisas y estrés diario, el slow travel recuerda que a veces la mejor manera de avanzar es, precisamente, ir más despacio. ¿Estás de acuerdo? ¡Nos leemos en la próxima Pausa!