Según el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2024, publicado por la Federación de Gremios de Editores de España en enero de 2025, el 65,5% de la población española leyó libros por ocio durante el último año. La cifra consolida una tendencia ascendente en la última década. Cada vez leemos más, aunque tengamos menos tiempo.
Y es que disfrutar de la lectura no implica enfrentarse a un tomo interminable ni buscar horas imposibles. A veces, bastan unos minutos de calma (el trayecto en tren, la espera en una cita o el rato de café de media tarde) para entrar de lleno en una historia. Para esos momentos fugaces pero valiosos, existen libros breves que condensan belleza de palabra y reflexión en pocas páginas. Aquí te dejamos algunas lecturas que ‘caben’ en un café, pero permanecen mucho más tiempo en la memoria.
El nadador en el mar secreto, de William Kotzwinkle
Con apenas un centenar de páginas, El nadador en el mar secreto es una joya escondida de la literatura norteamericana. Publicada en 1975 y recuperada en los últimos años por editoriales independientes, esta novela breve cuenta la historia de un matrimonio joven que enfrenta el nacimiento y la pérdida de su hijo.
Kotzwinkle logra lo que pocos escritores consiguen: narrar el dolor con una sensibilidad luminosa, sin sentimentalismos, explorando la fragilidad humana con ternura y contención. Es una lectura breve, sí, pero de una profundidad que sorprende.
El viejo y el mar, de Ernest Hemingway
Clásico entre los clásicos, esta novela corta de Hemingway, galardonada con el Premio Pulitzer en 1953 y pieza clave en la concesión del Nobel de Literatura al autor, demuestra la maestría de la simplicidad. El viejo y el mar cuenta la lucha de un pescador cubano, Santiago, contra un enorme pez espada en el Golfo de México.
En apenas 120 páginas, Hemingway condensa temas universales como la dignidad, la soledad y la perseverancia. Su estilo directo, casi ascético, convierte esta historia en una metáfora de la vida misma.
La metamorfosis, de Franz Kafka
Pocos comienzos son tan inolvidables como el de La metamorfosis: “Al despertar Gregor Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un insecto monstruoso”. A partir de esa premisa, Kafka construye una parábola sobre la alienación, la incomunicación y la pérdida de identidad.
Más de un siglo después, sigue resultando inquietante y actual. Tiene menos de 100 páginas, pero el autor checo es capaz de crear una atmósfera tan absurda como dolorosamente real. Breve pero cargada de significado.
Arte, de Yasmina Reza
Esta obra teatral, estrenada en 1994 y convertida en un fenómeno internacional, parte de una premisa sencilla: un hombre compra un cuadro completamente blanco por una cifra desorbitada, lo que desata un conflicto con sus dos mejores amigos.
A través de una conversación ingeniosa y afilada, Reza reflexiona sobre el arte, la amistad y la necesidad de validación. Arte se lee en una hora, pero sus preguntas sobre lo que valoramos (en la vida y en los demás) perduran mucho más.
El acontecimiento, de Annie Ernaux
Ganadora del Premio Nobel de Literatura 2022, Annie Ernaux domina como nadie el arte de transformar lo personal en universal. En El acontecimiento relata con precisión quirúrgica y sin dramatismo su experiencia con un aborto clandestino en la Francia de los años sesenta. Con apenas 100 páginas, la autora combina memoria, cuerpo y sociedad en un relato crudo, íntimo y necesario. Una lectura breve, incómoda y profundamente humana.
¿Conoces alguna otra historia breve que haya que leer sí o sí? ¡Nos leemos en la próxima Pausa!


