pueblos poco accesibles

Más allá del GPS: pueblos con encanto poco accesibles pero inolvidables

España cuenta con más de 8.000 pueblos que hacen de nuestra geografía un escaparate lleno de paisajes, centros culturales, restaurantes con sabores locales y monumentos que resumen la historia a lo largo de los siglos. Sin embargo, llegar hasta ellos no siempre es tan fácil como parece. 

Algunas localidades son poco accesibles debido a su ubicación en zonas rurales o montañosas y a carreteras difíciles por la falta de urbanización. Esto hace que el trayecto no sea especialmente cómodo y que, más allá de ir en coche o autobús (por carecer de trenes u otros medios de transportes), visitarlos no esté en la hoja de ruta de nuestras vacaciones. 

Pese a ello, estos son pueblos llenos de encanto que vale la pena descubrir, y en esta Pausa queremos ser una guía para que los conozcas a fondo:

La Hiruela (Madrid)

Este pueblo es uno de esos lugares que parecen intactos al tiempo. Situado en la Sierra del Rincón, al norte de la Comunidad de Madrid, La Hiruela se esconde entre montañas y bosques espesos, a más de 1.100 metros de altitud. El acceso se realiza por una carretera estrecha y sinuosa que atraviesa parajes solitarios, sin apenas cobertura móvil y escasa señalización.

La localidad, de apenas 80 vecinos, ha conservado su carácter rural, con casas de piedra, calles empedradas y un ritmo de vida tranquilo. Algunos de los enclaves imprescindibles una vez allí son el molino harinero a orillas del río Jarama; la antigua escuela; la casa consistorial; y la Casa del Cura. Destacan también los arroyos y dehesas, junto con entornos naturales de alrededor como el del Hayedo de Montejo o los valles de La Puebla. 

Bergua (Aragón)

pueblos poco accesibles

Localizado a poco más de 1.000 metros de altitud, cercado por una gran vegetación y con una pista por único acceso rodado, Bergua es conocido por ser el último pueblo habitado del Sobrepuerto en la comarca natural del Pirineo aragonés. No tiene acceso directo por carretera asfaltada: para llegar hasta él hay que caminar unos cuatro kilómetros desde el pueblo más cercano con acceso por coche: Escartín o Sasa. 

Es ideal para senderistas y amantes de la naturaleza, además de aquellos que quieran disfrutar de unos momentos de desconexión. Se caracteriza por tener unos inviernos duros y veranos suaves. De los lugares y monumentos que no puedes perderte al visitarlo, sobresalen las dos torres gemelas construidas en el siglo XI y la ermita de San Bartolomé (un edificio de pequeñas proporciones, único en el Alto Aragón por su estructura).

Illán de Vacas (Toledo)

Illán de Vacas es un municipio​ de la provincia de Toledo, en la comunidad ​autónoma de Castilla-La Mancha, que tiene literalmente dos habitantes. Es el tercero de España con menos vecinos. Se sitúa a 23 kilómetros de Talavera de la Reina y a 46 de Toledo. No cuenta con transportes como el tren, por lo que es necesario acceder en coche. 

Apenas lo forman algunas casas encaladas con grandes corrales, una pequeña iglesia y una gran finca particular arbolada. Pertenece a la comarca de Torrijos y ofrece un entorno natural que irremediablemente invita a la desconexión total. 

Valdelinares (Teruel)

pueblos poco accesibles

Este municipio de tan solo 75 habitantes pertenece a la comarca Gúdar-Javalambre en la provincia de Teruel. Valdelinares está situado a 1.695 metros sobre el nivel del mar (es el más elevado de la geografía española) y es conocido por sus inviernos extremadamente fríos. 

La localidad se encuentra a 50 kilómetros de la autovía Mudéjar, la A-23, que une Valencia con Teruel y Zaragoza. Aunque recientemente se ha habilitado una carretera que conecta directamente el pueblo con la estación de esquí Aramón Valdelinares, a siete kilómetros del municipio, todavía falta señalización y las nevadas pueden bloquear temporalmente las principales rutas de acceso.

Entre sus reclamos, además del esquí y otros deportes de invierno, están los preciosos bosques con el característico pino negro de montaña; caminar entre casitas de piedra y callejuelas pintorescas; probar el jamón de Teruel; y visitar la antigua iglesia Virgen de las Nieves.

Y tú, ¿conoces algún otro pueblo de difícil acceso que no debamos perdernos? ¡Compártelo en los comentarios y nos leemos en la próxima Pausa!