El gazpacho es una de las recetas más reconocidas de la cocina tradicional española, especialmente en Andalucía. Esta sopa fría, elaborada a base de hortalizas crudas, pan, aceite y vinagre, es mucho más que un plato refrescante: representa una forma ancestral de aprovechar los productos de la huerta y combatir el calor del verano. Su sencillez, sabor y valor nutritivo lo han convertido en un icono gastronómico internacional.
Además, según la zona de la comunidad andaluza, existen variantes curiosas que merecen ser probadas. Por ejemplo, el gazpacho blanco cordobés (con huevo duro) o el zoque o gazpacho de limón, que lleva miga de pan, pimentón dulce y los cítricos que le dan nombre.
Ingredientes (para 4 personas)
- 1 kg de tomates maduros
- 2 pimientos verdes pequeños
- 2 dientes de ajo
- 100 g de pan cateto (opcional)
- 4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada sopera de vinagre de vino de Jerez
- Agua (cantidad al gusto, según la textura deseada)
- Sal
Preparación:
- Lavar, limpiar y trocear la verdura. Después, añadir a las hortalizas el aceite, el vinagre, la sal y la cantidad de agua deseada, en función de si se prefiere más o menos espeso (en caso de querer añadir la miga de pan, hay que remojarla antes).
- Utilizar la batidora para convertirlo todo en una sopa no demasiado líquida: esto permite una mejor trituración y una textura más fina.
- Presentación: servir en cuatro cuencos individuales de loza. Se suele acompañar con tomate, pepino, pimiento verde, cebolla, todo bien picado. Cada comensal puede añadir los acompañamientos a su gusto.
El toque especial:
Más allá de la clásica guarnición, a la que también hay quien agrega jamón, atún o huevo picado. Según el hogar, cada maestrillo tiene su librillo. Nosotros también tenemos nuestro truquillo: quitar la piel del tomate previamente en vez de pasar después el gazpacho entero por el colador chino. Para hacerlo más fácilmente, hay quien lo pasa por agua hirviendo y luego por hielo, pero existe otro truco: meter los tomates un poco en el horno. Esto hace que la piel se desprenda y el sabor del tomate se intensifique.
¿Y tú, cómo preparas el gazpacho cuando llega el verano? ¿Cuál es tu secreto?
