Viaje por las cafeterías más inspiradoras del mundo
El café es el segundo producto más comercializado del mundo (solo después del petróleo) y mueve más de 80 billones de dólares anuales. Por ello, no es de extrañar que también sea conocido como el “oro negro”.
Las tabernas y cafeterías son y serán lugares de inspiración, además del comienzo de inolvidables historias y escenario de muchas tertulias literarias. Por ello, damos un paseo por los aquellos más emblemáticos, tanto de España como del mundo y que, además, han sido y son testigos de nuestra historia.
El antiguo café Pombo (Madrid)
Situado en la madrileña Carretas, fue lugar de referencia de la tertulia que Ramón Gómez de la Serna y otros jóvenes intelectuales y artistas de espíritu vanguardista mantuvieron en el sótano del local.
Dicha costumbre fue inmortalizada incluso por el pintor José Gutiérrez Solana y cuya obra hoy puede verse en el Museo Reina Sofía de Madrid. La tertulia, que se reunía la noche de los sábados y se mantenía hasta la una de la madrugada, se mantuvo hasta el año 1936. Tras la guerra civil española, el local se convirtió en un antro más de la noche madrileña y terminó cerrando en 1942.
Café Gijón (Madrid)
Este local del Paseo de Recoletos madrileño es famoso por sus tertulias y uno de los pocos cafés de este tipo que, hoy en día, continúa abierto. Al poco tiempo de su fundación en 1888 se fueron instaurando las tertulias sobre todo tipo de temas en sus típicas mesas de mármol: política, toros y sucesos truculentos, como el famoso crimen de la calle Fuencarral también en ese año. Sus primeros clientes famosos en aquellos años fueron el presidente del Consejo de Ministros, José Canalejas; el Premio Nobel de Medicina, Santiago Ramón y Cajal, acompañado casi siempre por alguno de sus alumnos y los escritores Benito Pérez Galdós o Valle-Inclán, al que le encantaba el frescor de su terraza.
El negocio fue cambiando de dueño y también de apariencia a lo largo de los años, pero sus diferentes reformas nunca alteraron su esencia. En los años previos a la Guerra Civil nuevos clientes daban prestigio al local, como Federico García Lorca, Celia Gámez, Enrique Jardiel Poncela o Agustín de Foxá.Tras la contienda algunos cafés de prestigio fueron cerrando, pero el Gijón retomó su actividad y algunos personajes influyentes lo eligieron para sus tertulias de sobremesa, como César González Ruano y Camilo José Cela, que años después describiría de manera fidedigna cómo era la vida de aquel Madrid de miseria y tertulia en su famosa novela La colmena. También el poeta Gerardo Diego presidiría la tertulia durante décadas.
Ya en 1949 un joven Fernando Fernán Gómez creó el Premio Café Gijón de novela corta, que en la actualidad se sigue celebrando. También se han escrito libros sobre el establecimiento, como Crónica del Café Gijón de Marino Gómez Santos (1955); La noche que llegué al Café Gijón, de Francisco Umbral (1972), El libro del Café Gijón, de José Esteban y Ronda del Gijón, de Marcos Ordóñez (2007).
Café Royalty (Cádiz)
Fue inaugurado en 1912. Su decoración recargada y el hecho de que hubiera música en directo fue un perfecto reclamo para atraer a los intelectuales de esta ciudad andaluza, como Manuel de Falla. Durante la guerra civil cerró y terminó convertido en un almacén pero, en 2008, la familia Serna Martín compró el local y decidió restaurarlo para devolverle el esplendor que tenía a principios del siglo XX.Al entrar en sus instalaciones nos encontramos en un lugar que nos traslada a otra época y que motiva a pasar la tarde inmersos en un espacio diferente y único que sigue sobreviviendo al paso de los años.
Café Iruña (Pamplona)
En el Café Iruña conviven la tradición y la cocina en una amplia oferta gastronómica con productos y vinos de Navarra. Desde 1903 destacó como espacio de referencia por la vida sociocultural que tenía, además de por su decoración de inspiración mudéjar, una gran colección de pinturas en sus muros y ser el primer establecimiento con luz eléctrica de Pamplona.En la actualidad conserva todo su encanto tradicional pero, sobre todo, es un punto de encuentro de los pamploneses y de todos los visitantes que quieren conocer de cerca y vivir en primera persona las experiencias del célebre escritor Ernest Hemingway, que comenzó a escribir allí libros como Fiesta, Adiós a las armas, Por quién doblan las campanas, París era una fiesta o El viejo y el mar mientras disfrutaba de las mejores compañías en su café favorito. Es más: en un espacio contiguo al Café, se encuentra «El Rincón de Hemingway”, con fotografías de la época y en donde es posible sentarse a tomar café junto a su emblemática estatua de bronce, a tamaño natural, realizada por el escultor D. José Javier Doncel.
Café Novelty (Salamanca)
Situado en plena Plaza Mayor de la ciudad y con restos aún de la decoración suntuosa y de aire palaciego que sus primeros dueños impregnaron en 1905, fue lugar de reunión de escritores como Miguel de Unamuno, Ortega y Gasset, Francisco Umbral o Carmen Martín, así como de muchos artistas y políticos, debido a su estratégica posición en la ciudad.
Dentro del Café Novelty se encuentra una escultura a tamaño real de Torrente Ballester y, en la actualidad, sigue recibiendo miles de visitas y está considerado toda una institución.
Els Quatre Gats (Barcelona)
La casa Martí se creó para alquiler de habitaciones, pero en sus bajos abrió sus puertas en 1897 Els Quatre Gats, inspirado en el café parisino Le Chat Noir. Un joven Picasso lo frecuentaba e, incluso, expuso allí, y pasaron por este lugar otras personalidades como los compositores Isaac Albéniz, Enrique Granados y Lluís Millet o el arquitecto Antoni Gaudí.
Recordando sus orígenes, los propietarios actuales de este local de la ciudad condal mantienen viva una cierta actividad artística, y cada noche la cena es amenizada con música de piano en directo. Además, si la velada se anima, hasta es posible presenciar la aparición de algún artista espontáneo…
Café de la Paix (París, Francia)
Sin duda, del Café de la Paix es uno de los cafés más famosos de la Ciudad de la Luz. Su ubicación única, a pocos pasos de la Ópera, ha contado con las visitas de personajes como Tchaikovsky, Émile Zola, Guy de Maupassant o el rey Eduardo VII de Inglaterra, lo que le ha llevado a ser elegido monumento histórico por el gobierno francés.
Construido en 1862 bajo el mandato de Napoleón Tercero, esta institución parisina ha sido testigo y actor de la historia de la ciudad. Dentro de él es posible degustar los grandes clásicos de la gastronomía francesa rodeado de una singular atmósfera que ha cautivado a lo largo de los años a bohemios, pensadores y artistas de todas las épocas.
Cafetería Majestic (Oporto, Portugal)
Este café de la ciudad portuguesa de Oporto abrió sus puertas en 1921, y rápidamente adquirió fama entre los escritores, políticos y artistas de la época. Además, fue uno de los primeros cafés de su época, no solo de la ciudad, sino en todo el mundo, en admitir la entrada a mujeres.
Más que un café, Majestic cuenta la historia del Oporto de la «Bélle Époque», de escritores y artistas de aquella época. En 1981 fue declarado Bien de Interés Público en el país luso y, en 1992 (70 años después de su inauguración), se decidió recuperar su legítimo orgullo de ser uno de los cafés más bellos de Oporto. Tras dos años de reformas, abrió de nuevo sus puertas en 1994 sin perder un ápice de su esencia de antaño y formando un puente entre el pasado y el futuro.
Café A Brasileira (Lisboa, Portugal)
Con más de 100 años de antigüedad, A Brasileira es uno de los más antiguos e icónicos cafés de la capital lusa y visita obligada para cualquiera que viaje a Lisboa. Nunca se encuentra vacío y presume de servir el mejor café de Brasil.
Siempre ha sido un lugar de encuentro para intelectuales, librepensadores y artistas, incluyendo al poeta Fernando Pessoa, que hizo de este lugar su casa para inspirarse a la hora de crear sus poemas. Por ello por lo que, en 1988, con motivo del centenario del nacimiento del escritor, se colocó una estatua de bronce suya en la terraza de este lugar, y es una de las esculturas más fotografiadas (y acompañadas) de Lisboa.
Café Florian, Venecia (Italia)
En plena plaza de San Marco, el Florian es el café más famoso de toda Venecia y, probablemente, de toda Italia. Un lugar al que han acudido personalidades de la talla de Lord Byron, Goethe, el Balzac, Marcel Proust, Stendhal, Friedrich Nietzsche, Charles Dickens, Claude Monet, Ernest Hemingway, Jean Cocteau, Coco Chanel, Jorge Luis Borges, Charles Chaplin, Andy Warhol, Paul Newman, Grace Kelly, Clint Eastwood o Salma Hayek, entre otros.
Abrió sus puertas por primera vez en 1720. A través de sus vidrieras, el Florian ha visto pasar tres siglos como testigo de la historia de la ciudad de los canales. Permaneció activo incluso en tiempos de guerra como un lugar de reunión y espacio de tertulias para tratar desde asuntos estatales hasta chismes locales o conversaciones sobre la última moda, siempre acompañadas por su emblemática orquesta, que hoy continúa amenizando las veladas con piezas de ópera y música clásica, éxitos inmortales y música contemporánea como repertorio.
Confeitaria Colombo (Río de Janeiro, Brasil)
Situada en el centro histórico de Río de Janeiro, es uno de los principales puntos turísticos del centro de la ciudad. Además, está considerado uno de los 10 cafés más bellos del mundo. Se fundó en 1894 por los inmigrantes portugueses Joaquim Borges de Meireles y Manuel José Lebrão, y contó en sus inicios con una extensa lista de clientes célebres entre la sociedad brasileña.
Lugar de encuentro para políticos, periodistas, poetas y artistas, la Confitería Colombo ha servido a personajes tan ilustres como el Rey Alberto de Bélgica en 1920 y la Reina Isabel de Inglaterra en 1968. Tampoco hay que perder de vista las delicias dulces y saladas que han hecho famosa a la confitería y las magníficas vistas desde su terraza a la bahía y a la playa de Copacabana.
¿Habéis fichado alguno de ellos para tomar próximamente un café de la manera más especial? Os leemos en comentarios.
¡Hasta la siguiente pausa!
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