Todos los que amamos el chocolate estamos de celebración
El 13 de septiembre se celebra… ¡el Día internacional del Chocolate! No hay excusas para conmemorarlo y llegar, incluso, a saltarse la dieta (en el caso de que seáis de aquellos que se han planteado bajar unos kilos con la vuelta a la rutina…).Esta festividad surgió en Francia en el año 1995 en homenaje al escritor británico Roald Dahl, autor del famoso libro Charlie y la Fábrica de Chocolate, cuya fecha de nacimiento también coincide con la de Milton S. Hershey, fundador y dueño de la compañía de chocolates norteamericana Hershey’s.
Con motivo de esta fecha tan especial, descubrimos algunas curiosidades que rodean a este manjar y muchos de los beneficios que nos aporta su consumo cada día:
¿Cómo surgió el chocolate que hoy en día conocemos?
Considerado un “alimento de los dioses” para los aztecas (lo bebía el mismísimo Moctezuma en copas de oro), el chocolate también llegó a ser moneda de intercambio en la época precolombina. En Venezuela, el cacao era el alimento común de los esclavos indígenas, que lo preparaban para beber de manera similar al café: utilizaban el polvo de la semilla de cacao, seca y molida, se diluía en agua y se dejaba reposar antes de ser ingerida.
Algunos historiadores cuentan que fueron los negros zambos (descendientes de negro con mujer indígena, o viceversa), que empezaron a mezclar el polvo de cacao con la leche, dando así origen al chocolate caliente que hoy conocemos y que posteriormente se popularizó en todo el mundo.
¿Cuándo pudo España disfrutarlo?
Con la conquista de América, Hernán Cortés, atraído por el sabor de este manjar y su descubrimiento, decidió llevarlo a Europa, pero dándole un toque dulce, ya que su sabor original era un tanto amargo.
Ya con la mercancía en España, los cocineros del Monasterio de Piedra elaboraron por primera vez el chocolate a la taza en 1534, incorporando a la bebida azúcar, canela y vainilla.
En aquella época, las semillas de cacao se consideraban mercancía de lujo, por lo que en muchas regiones sólo se podía consumir gracias al contrabando. Por ello, la armada española tuvo que enfrentarse en sus viajes marítimos con piratas, contrabandistas, y también ávidos mercaderes que preferían correr ellos mismos el riesgo del viaje que emplear las naves españolas que se llevaban un importante porcentaje de comisión por las ventas.
Hay muchos tipos, pero… ¿cuál de sus variedades es la mejor?
Negro, con leche, blanco, o rosa… son muchas las formar de poder disfrutar y degustar una deliciosa onza de chocolate, aunque el más recomendado para su consumo es el chocolate negro. ¿Por qué? Porque es el mejor valorado desde el punto de vista nutricional: cuenta con más porcentaje de cacao en su totalidad y, por tanto, puede aportar más más grasa, fibra y proteína, aunque también es el que lleva más cafeína (alrededor de 80mg/100g). También se ha comprobado que el chocolate negro tiene una actividad antioxidante en sus formatos sólidos y, además, contiene teobromina, una sustancia estimulante y algo menos potente que la cafeína.
Después del chocolate negro, los siguientes chocolates que la humanidad descubrió fueron el chocolate con leche y el blanco, siendo el segundo el que más polémica levanta entre los amantes más fieles del chocolate, ya que cuenta con más calcio, más dulzor y no llegan a considerarlo como tal, al no contener sólidos de cacao.
Mucho más reciente y con menos años de vida, es el chocolate rosa. Solo es producido por Barry Callbaut, el fabricante suizo líder mundial. Sin colorantes o ingredientes adicionales, el sabor de esta sofisticada variedad es suave y afrutado, ni dulce ni amargo. Se cultiva únicamente en Ecuador, Brasil y Costa de Marfil y se tardó 13 años en conseguir con su fórmula de fabricación.
El chocolate, con moderación, no engorda. Así que… ¡no hay excusas para no tomarlo!
A pesar de su imagen de producto dulce y calórico, comer chocolate con moderación tiene muchos beneficios que ayudan a nuestro organismo: es nutritivo, mejora nuestro flujo sanguíneo, eleva el colesterol bueno en sangre, ayuda a proteger el cuerpo del daño solar, contine sustancias que estimulan el sistema nervioso e, incluso, alivia las migrañas.
Además, algunas investigaciones recientes señalan que el chocolate también ayuda a disminuir los niveles de azúcar y a quemar grasas. Para llegar a estas conclusiones, un grupo de investigadores en el hospital Brigham and Women, de Boston, acogieron a 19 mujeres posmenopáusicas que consumían 100 gramos de chocolate al día, pudiendo repartir este contenido según considerasen. El resultado fue que, en ninguno de los casos, se dio un aumento de peso. Además, todas aquellas que dieron la mayor parte del consumo a la mañana, notaron cómo el chocolate quemaba grasas y les ayudaba a controlar los niveles de glucosa en sangre. Y, las que lo consumieron durante las últimas horas del día, alteraron su metabolismo de reposo y despertaron con más fuerzas para hacer ejercicio al día siguiente.
Ahora, quedáis invitados a sumaros a esta celebración ya sea tomando una taza de chocolate caliente, regalando una caja de bombones, haciendo una tarta de chocolate o regalarte un momento de placer y de pausa agradable en el trabajo degustando una rica chocolatina… ¿Preparados para una visita a la máquina de vending?
¡Hasta la siguiente pausa!
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