Más allá del puro entretenimiento, hay series que nos dejan pegados a la pantalla y completamente atrapados. Son auténticos fenómenos culturales que marcan, de alguna manera, una época y una generación. Pero cuando alcanzan el título de series de culto significa que se han convertido en obras atemporales que abarcan todo tipo de géneros y estilos.
Desde Estados Unidos hasta Dinamarca, estas son algunos ejemplos de algunas de las ficciones veneradas por una legión de fans: