Mantener el contacto con nuestro entorno, seguir a influencers o consultar noticias de los medios de comunicación, de manera rápida y directa, son algunas de las motivaciones que nos siguen acercando a las redes sociales. Tiktok, Instagram o Linkedin se han convertido en los mayores aliados (a veces enemigos si hablamos de hate) para millones de personas, pero también en varitas virtuales de la solidaridad.
La Fundación Lealtad, un evaluador independiente de ONG, señala que el mundo social media constituye “un lugar de encuentro entre asociaciones y donantes”, facilitando la información institucional necesaria, pero también fomentando la interacción.