Puede que suene a ciencia ficción o que resulte poco apetecible, pero las nuevas alternativas alimenticias, desde las microalgas hasta los insectos, han llegado para quedarse en la industria alimentaria (al menos, eso parece). El crecimiento exponencial de la población mundial y la necesidad de reducir las emisiones contaminantes obligan a replantear nuestra manera de alimentarnos. En este contexto, la tecnología y la innovación se muestran como las herramientas imprescindibles para liderar este cambio, permitiendo el desarrollo de nuevas formas de producir alimentos esenciales de manera más sostenible.