La fotografía callejera se ha convertido en un género practicado por cualquiera con un móvil en la mano. La capacidad de captar lo que nos rodea y atraparlo en una imagen se multiplica en un sinfín de stories. Sin embargo, este ejercicio va más allá. Se trata de un género fotográfico en toda regla, con técnicas y trucos, que documenta la vida cotidiana en las calles.
Estas instantáneas se caracterizan porque no requieren necesariamente de una persona y no están preparadas, sino que son fotografías naturales. Precisamente la ausencia de personas o mostrar elementos propios de entornos urbanos a modo de denuncia puede ser el objetivo real de la cámara.