Mamma mia ¿Quién puede resistirse a ABBA?
Abril ha llegado y nos ha pillado bailando otro exitazo de la música dance. Diez años de actividad fueron suficientes para que ABBA se consolidara como uno de los grupos más famosos de la música disco y el pop.
ABBA, cuyo nombre es un acrónimo formado por las primeras letras del nombre de cada miembro (Agnetha, Björn, Benny, Anni-Frid), tuvo una formación particular respecto a otros grupos, ya que esta estuvo más basada en las relaciones personales entre los componentes del grupo sueco, que en lo estrictamente musical. A mitad de los 60, Benny y Björn abandonaron los grupos de los que eran parte para comenzar a componer juntos. Años después, conocieron a Agnerha y Anni-Frid, que ya cantaban por su cuenta como solistas. Björn y Agnetha se casaron en 1971, y en 1978 lo hicieron Benny y Anni-Frid, convirtiéndose en una gran familia de artistas.
Sin embargo, el éxito de ABBA no fue inmediato, sino que se fraguó a fuego lento. Después de años peleando por algo de reconocimiento, en 1974 les llegó de la mano de «Waterloo», tema con el que triunfaron primero en el Melodifestivalen, festival sueco, y posteriormente en el Festival de Eurovisión.
Su participación estuvo rodeada de una gran expectación, y no precisamente por su componente artístico, sino más bien por el vestuario estrafalario que lucieron durante la misma. Según se supo después, este estilismo de botas de plataforma y trajes extremadamente brillantes, no solo era siguiendo la estética de la época, sino como método de ahorro. Sí, sí, has leído bien. En aquella época, la ley sueca libraba de impuestos a aquellos estilismos que no fueran los adecuados para la vestimenta diaria, sino que solo fueran específicos para las actuaciones artísticas.
Tras el éxito cosechado en Eurovisión, les llegó el éxito internacional con temas como «SOS», «Mamma Mia» o «Fernando», que llegó al número uno en trece países y llegando a superar el «Hey Jude» de The Beatles en Australia.
Entre 1976 y 1980 la banda se mantuvo en lo más alto, llegando a tocar en la boda del rey Carl Gustav XVI y la reina Silvia de Suecia en el año 1976 su famoso «Dancing Queen».
En 1979, lanzaron su segundo álbum recopilatorio, Greatest Hits Vol. 2, el cual contenía el tema protagonista de este mes de nuestro calendario #Vuelveabailar: «Gimme! Gimme! Gimme! (A Man After Midnight)«. Esta canción llegó al número 17 en las listas de Oricon de Japón, y se hizo el éxito más conocido en Europa, alcanzando el número uno en Francia, Bélgica, Irlanda, Suiza y Finlandia.
Como curiosidad respecto a esta canción, su sample inicial, protagonizado por una flauta electrónica, sirvió de base para el «Hung Up» de Madonna, publicado en 2005. Sin embargo, para la Reina del Pop no fue nada fácil conseguir la aprobación de ABBA para usarlo. Finalmente lo logró, no sin antes hacer constar a Benny Andersson y Björn Ulvaeus como coautores del tema.
ABBA fue un grupo que rompió los esquemas de la música, siendo uno de los primeros en grabar y mezclar su música con técnicas digitales. Su último álbum de estudio, «The Visitors» (1981), hizo historia al ser el primero del mundo en lanzarse en formato Compact Disc.
Tanto es el peso de ABBA en la música, que en 1998 se creó en Suecia un grupo tributo llamado A*Teens, que durante sus primeros años de vida se dedicó únicamente a hacer covers del famoso conjunto.
En 1998, ABBA comunicó que se encontraba en un «descanso temporal» que dura hasta nuestros días. No sabemos si podremos volver a verles tocando juntos, pero siempre nos quedarán las canciones del musical Mamma Mia para poder seguir recordando al grupo que marcó a más de una generación.
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