Los 10 restaurantes más encantadores de Oslo
Oslo es una de las ciudades europeas que mayor crecimiento ha experimentado en los últimos tiempos. Sus nuevos barrios, una arquitectura muy significativa, su gran desarrollo de las artes escénicas y sobre todo, su cercanía a la naturaleza, hacen de la capital noruega un lugar muy especial que visitar.
Si sumamos además, que este año ha sido distinguida como Capital verde europea y que cuenta con una gastronomía deliciosa, caben pocas dudas para esta afirmación: Oslo está de moda, pero no de las pasajeras.
Y como a nosotros también se nos conquista por el estómago, en este artículo haremos un repaso por los 10 restaurantes más encantadores de Oslo, llenos de estilo y con un ambiente tan relajado que harán que siempre quieras repetir.
En Oslo la máxima está clara: productos autóctonos muy frescos. Buena muestra de esto es Maaemo, elegido como uno de los mejores restaurantes del mundo, según The World’s 50 Best Restaurants Awards, y que cuenta con tres estrellas Michelín. Capitaneado por el chef Esben Holmboe, cuenta con solo ocho mesas y apuesta por una reinterpretación de la cocina Noruega, pero respetando al máximo los ingredientes.
Otro merecedor de la codiciada distinción de la Guía Michelín es el restaurante À L’aise, cuyo chef Ulrik Jepsen combina a la perfección la cocina noruega con la francesa en un entorno íntimo y lleno de encanto. Dicen que no puedes irte de allí sin probar el pato prensado, y que la variedad de dulces que ofrecen con el café hacen que puedas saltarte el postre… si eres capaz.
El español Sergio Barcilón, abrió en 1987 hos Thea, con el objetivo de ofrecer una experiencia de cocina abierta basada en la sencillez y el uso de ingredientes locales. Sin grandes pretensiones, cuenta con la elegancia que da el tener los pies en la tierra y una clientela muy fiel. No hay un solo plato que resulte aburrido.
Para los amantes del marisco y la cocina japonesa, Fangst es toda una experiencia en lo que los nipones denominan omakase, que no es más que dejarse llevar por lo que el chef estipula en lugar de pedir a la carta. Todo está cuidado hasta el mínimo detalle, haciendo que nunca puedas olvidar este rincón japonés en pleno Oslo.
Mirabel Sørenga es la opción ideal para una buena cena romántica. Sus espectaculares vistas al fiordo de Oslo, hacen que sea una maravilla disfrutar de una cena o una comida. La cocina es abierta y de gran calidad, especialmente en sus carnes, y el precio nada disparatado para lo que acostumbramos en la capital noruega.
Si quieres comer un pescado excepcional, no dudes en visitar Fjord restaurant, muy cercano a la Galería Nacional. La elegancia de su decoración y el trato de su personal, que explica al detalle cada plato, convierten este pequeño restaurante en una gran opción en Oslo.
Para disfrutar de exquisita comida vegana, tanto en el restaurante como para llevar a casa, recomendamos darse una vuelta por Nordvegan. El estrella Michelín Reuben Waller, ha sabido crear un concepto sostenible que nunca aburre ni defrauda, ya que cambia el menú todos los días. ¿Las especialidades? La lasaña y los champiñones crujientes.
Muy recomendable si visitas la capital noruega, es conocer el barrio de Grünerløkka, la zona más trendy de Oslo. Sabemos que te enamorarás de sus tiendas vintage, sus galerías, mercadillos y zonas verdes. Y por supuesto de su comida. Bass Oslo es una opción genial para disfrutar de cocina creativa y de alta calidad en un ambiente muy relajado en el centro de uno de los barrios más vivos de Oslo.
Situado en una pequeña isla a la que se accede en un barquito, encontramos un encantador restaurante que sirve marisco fresco de gran calidad desde 1929. Lille Herber’n es una opción muy diferente que seguro que te sorprenderá.
Por último, en la zona de Vulkan, se encuentra el Mathallen, centro de la cultura gastronómica noruega. Este mercado cuenta con una gran variedad de productos locales y diversos restaurantes, cafeterías y tiendas de especialidades donde degustar el producto nacional como un autóctono. Muchas tiendas gourmet sirven también degustaciones de productos, y no es raro encontrarnos catas o celebraciones de eventos allí.
En definitiva, Oslo ofrece una gran variedad gastronómica que apuesta por el producto local de la máxima frescura. Esto, maridado con unos paisajes espectaculares, hacen que ya estemos pensando en la próxima escapada.
¡Que aproveche!
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