La historia de uno de los cafés más famosos del mundo: el cappuccino
El cappuccino o capuchino es en Italia uno de los cafés más consumidos y, probablemente, uno de los más famosos en todo el mundo. Se prepara al momento en cualquier bar, cafetería, y también en muchas máquinas de vending. Todo lo que se necesita para disfrutar de uno al momento, a grosso modo, es café, leche, una máquina de café expreso y el saber hacer del barista.
Pero preparar un café capuccino con clase… No es tan sencillo como pueda parecer. Por eso, hoy os contamos un poco más sobre su historia y cómo poder prepararlo y disfrutarlo con toda su cremosidad.
Vienés de nacimiento… E italiano de corazón
El nombre de este delicioso café tiene su origen en Italia, pero los primeros no se hicieron en el país transalpino, sino en la ciudad de Viena, donde se dice que se creó el primer café capuchino.
En cuanto a cuándo fue el momento exacto, existen distintas teorías. La más extendida apunta a que fue después de 1683, año en el que tuvo lugar la Batalla de Viena, que supuso el fin de la ocupación otomana en la ciudad.
Tras la marcha de los turcos, se dice que los vieneses encontraron varios sacos de café que los turcos habían dejado olvidados. Se dispusieron a utilizarlos y comprobaron que el sabor de la bebida resultante era muy fuerte y amarga. Con la idea de suavizarlo, decidieron mezclarlo con crema de leche y miel.
De esta forma, nació un café al que denominaron “capuchino” debido a su color, ya que recordaba a los hábitos que utilizaban los frailes capuchinos. Sin embargo, la receta de este café, tal y como lo conocemos hoy, es distinta. A lo largo del siglo XVIII, el capuchino se extendió por Venecia, el norte de Italia y parte del Imperio Austrohúngaro. Poco a poco, la receta original se fue enriqueciendo con especias, aromas, y la crema de leche montada encima. Ya a comienzos del siglo XX, con la llegada de las máquinas de café expreso, el cappuccino se convirtió en lo que conocemos en la actualidad: un café intenso, suavizado con espuma de leche que se consigue con vapor 💨
El secreto para preparar un cappuccino perfecto
Si al llegar a esta parte aún no se os ha hecho la boca agua, os damos las claves para preparar un capuchino perfecto al igual que un experto barista. ¡Manos a la obra! 🥄Eso sí: es muy importante tener en cuenta la calidad de los ingredientes: el resultado final no será el mismo. Tan solo hay que tener a mano un buen café expreso, como nuestro Café Maurice, leche fresca o entera y darnos maña con la técnica. Con 25 ml. de café expreso y 100 ml. de leche espumada, vaporizada con calor, pero no en frío, tendremos nuestra bebida al momento.
Para conseguir la textura de la leche, basta con tener un vaporizador, o bien batirla mientras se calienta en una olla a fuego lento. Una vez que tengamos listo el expreso y la leche fría haya alcanzado temperatura y el volumen deseado con el vapor, es el momento de verterla sobre el café, con mucho cuidado. Aquí, y según lo experto que podamos llegar a ser, podemos verter la espuma de forma que podamos crear un bonito diseño, como hojas, rosas, corazones o pinos.
También es esencial contar con una buena taza. Tiene que ser de loza o cerámica, para que mantenga mejor el calor, con unos 150 o 160 ml. de capacidad.
Y, para terminar, podemos espolvorear nuestra bebida con un poco de cacao o canela a nuestro gusto por encima. ¡Ya puedes hasta olerlo!
Los italianos lo suelen tomar por las mañanas en el desayuno, pero cualquier momento en el que queramos darnos el capricho de degustarlo, es bueno.
¿Os animáis a probar? Para los perezosos (o impacientes), la máquina de café os está esperando…
¡Hasta la siguiente Pausa!
Dejar un comentario