La fotografía gastronómica no la inventó Instagram
Las fotografía gastronómica toma fuerza en el S. XX, con la fotografía publicitaria. Poco a poco esta materia ha avanzado en su producción y edición para llegar a convertirse en todo un arte, logrando extraordinaria minuciosidad en el detalle, la claridad, la textura y la luz. La fotografía publicitaria no está comprometida con la realidad como lo están la documental o de prensa ya que busca ser realmente estética y bella a la vista, transmitiendo tanto que, sin ser real, podamos saborearla y olerla.
La fotografía original en blanco y negro y con escasa edición (o incluso ilustraciones), a penas tenía juego. Mientras antes se destacaba lo rústico y tradicional, con mesas llenas de comida y oscuridad; ahora prima la modernidad, la limpieza, el contraste de color y blancos y el minimalismo. En cuanto a las tendencias actuales de fotografía gastronómica, encontramos la utilización de claves altas en iluminación, eliminando toda sombra; posicionando también el alimento en el centro de la imagen y ocupando la mayor parte del encuadre, de forma que se cree un efecto engañoso de mayor tamaño; y finalmente modificando la textura, en la mayoría de los casos suavizándola para hacer más atractivo el producto.
Por ello, si eres un instagramer de comida, no se te puede pasar conocer a los grandes fotógrafos gastronómicos, tales como Francesco Tonelli, Matt Armendariz, Helene Dujardin, Rick Souder, Lara Ferroni y, entre otros muchos más, Francesc Guillament Ferran. Aunque no debemos olvidar que las reglas están para romperlas, sí es cierto que estos fotógrafos juegan con varios trucos:
- El juego de luces y la ausencia de ellas es la base principal de una buena fotografía, su colocación nunca será casualidad, destacando siempre el objeto principal. Por supuesto, no utilices flash.
- Todos los elementos son importantes: no pongas objetos que no den valor a la imagen y ten muy en cuenta el fondo, incluso si aparece desenfocado, muchos fotógrafos juegan con el contraste entre el fondo y el producto (usando, por ejemplo, un fondo blanco para alimentos coloridos) La fotografía se construye con todo.
- La textura es uno de los puntos más importantes: la carne a la parrilla tiene que tener sus marcas de parrilla, el chocolate una superficie lisa y con algún brillo,
- El movimiento. Algo tan estático como la comida llama la atención si le damos movimiento, tal y como hace Francesco Tonelli en la siguiente fotografía. A veces, hay alimentos diseñados de tal forma que, aunque se mantengan quietos, aportan movilidad. Además, mientras antes lo principal era el alimento, actualmente están empezando a incorporarse una o muchas manos, dando vida y llevando el concepto de «comida» al encuentro entre amigos y familiares que supone.
Esta tendencia de fotografiar comida se ha expandido en el mundo online, conquistando sobre todo Instagran, con grandes cuentas muy trabajadas como: @simplefare_, @saboresymomentos o @martasimonet
Así, la finalidad de la fotografía gastronómica ha dejado de ser vender el alimepieza a ser disfrutar de dicha fotografía al igual que hacemos con cualquier cuadro en un museo. Y además, no podemos dejar de lado la importancia que ha tenido en las cocinas más vanguardistas de nuestro tiempo, donde prima no sólo el sabor, sino el diseño y exposición de los platos. Ya lo decía Ferrán Adriá: «La cocina de vanguardia no habría llegado a ser lo que es sin la fotografía gastronómica actual».
Desde Alliance Vending estamos fascinados con todo aquello que relacione el arte y la gastronomía, por lo que si tienes más consejos o historias que contarnos, no dudes en participar en los comentarios.
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