Jolabokaflod o cómo la literatura conquista la Navidad en Islandia

Jolabokaflod

Con la llegada de la Navidad, descubrimos que cada país celebra de forma diferente sus tradiciones, aunque casi todas tienen en común el compartirlas con familia y amigos. Así, por ejemplo, en Italia se sirven lentejas para cenar en la última noche del año, los habitantes de la ciudad de Gävle (Suecia), construyen una cabra gigante para luego tratar de quemarla; o en Japón las campanas del final del año suenan 108 veces. Sin embargo, una de las tradiciones que más nos gustan llega desde Islandia en forma de libro. 

La costumbre islandesa consistente en regalar libros en Nochebuena se denomina Jólabókaflóð, que significa literalmente “inundación de libros del Yule”. El Yule es una fiesta que se celebra en los países escandinavos desde antes del cristianismo durante el solsticio de invierno. 

Esta curiosa tradición se remonta a la II Guerra Mundial, concretamente al año 1944, cuando Islandia logró la independencia de Dinamarca. A causa de la guerra, había restricciones severas en las importaciones de diversos bienes, la mayoría de los cuales acababan en manos de los daneses. El papel  contaba con unas restricciones menos duras, por lo que los libros empezaron a ser un regalo navideño muy popular, al resultar más asequibles para los ciudadanos islandeses. 

Aunque las limitaciones en las exportaciones acabaron hace ya mucho tiempo, los islandeses han seguido conservando esta bonita tradición, generando entre sus habitantes un importante sentimiento por la lectura, y apoyando económica y socialmente a este sector. 

Y es que los editores islandeses hacen el agosto en diciembre con esta tradición, y se aprovechan al máximo de ella durante las semanas previas a la Navidad. Cada año, la asociación de editores de Islandia edita y envía a los ciudadanos a sus casas el llamado “Bókatídindi” o “Boletín de Libros”, un catálogo de libros con las novedades más recientes y clásicos de siempre. 

En estas fechas suelen publicarse hasta 700 títulos en lengua islandesa, para aprovechar que el Yule concentra casi un 60% de las ventas de libros en un país adicto a la lectura, donde una cuarta parte de la población reconoce leer hasta 8 libros al año.

Según cuenta la tradición, los regalos se abren el día 24 por la noche, como en el resto del mundo, y el libro se comienza a leer al momento de abrir el regalo mientras toda la familia disfruta junta de un chocolate caliente. 

Otras teorías menos románticas dicen que, aunque sí se regalan libros durante esa noche, en realidad no se tienen por qué leer durante la misma. Sea como sea, nos encanta esta bonita tradición islandesa que va transmitiendo el amor por las letras de generación en generación.

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