Escapadas para reponer las pilas: El Acebuchal, una aldea fantasma reconstruida.
Para aquellos a los que les gusta perderse en una escapada, desconectar de verdad y dejarse llevar por el encanto del misterio, proponemos un viaje hasta El Acebuchal, una de las aldeas más misteriosas y desconocidas de la provincia de Málaga que sorprende por sus historias, su ubicación y otros detalles de lo más emocionantes que descubrimos a lo largo de este post.
Un antiguo paraje con una historia única
El Acebuchal se encuentra en el corazón del Parque Natural de las sierras de Tejeda, Almijara y Alhama y está a pocos kilómetros de la encantadora villa de Frigiliana. Pertenece al término municipal de Cómpeta y no fue siempre una aldea abandonada a pesar de su remota ubicación.
La aldea se fundó en el siglo XVII y se encontraba en una ruta de arrieros entre Granada y Málaga donde paraban los comerciantes que estaban de paso para descansar.
En la década de los 40 del siglo XX contaba con más de 40 casas, dos ventas y un molino, así como casi tres hectáreas dedicadas al cultivo. Residían cerca de 200 personas y sus principales actividades económicas estaban relacionadas con la agricultura, la ganadería y las profesiones típicas de la época: carboneros, esparteros, peones de caminos o arrieros, entre muchos otros.
Sin embargo, todo cambió en la guerra civil española, porque se decía que varios guerrilleros opositores al régimen franquista (maquis) se refugiaban en El Acebuchal. Por ello, el General Franco, a través de la Guardia Civil, ordenó el desalojo completo de la zona y sus habitantes tuvieron que alojarse entre las localidades vecinas de Cómpeta y Frigiliana.
En 1949 la aldea quedó completamente abandonada e incomunicada al no disponer de agua corriente, electricidad o línea telefónica. Hubo un intento de repoblación en 1950 con casi 40 casas y 150 habitantes, pero volvió a quedar de nuevo abandonada a finales de los 50.
Recuperando el protagonismo y encanto merecido
En 1998, tras casi medio siglo abandonada, algunos antiguos propietarios decidieron poner en marcha el proceso de reconstrucción de la zona por iniciativa de la familia García Sánchez. Tardaron cinco años en conseguir llevar luz y agua a la zona y, poco a poco, fueron dando lustre y belleza a sus casas y calles para recuperar su encanto perdido.
En la actualidad, son 30 las viviendas rehabilitadas en El Acebuchal y son un auténtico reclamo para los fanáticos del turismo rural de esta zona de Málaga.
Para los amantes de la desconexión total
El Acebuchal es un paraíso rural que se dedica al alquiler de viviendas rurales, muchas de ellas con jardín y piscina, en un entorno único donde disfrutar de total desconexión en el más amplio sentido de la palabra… y es que no hay cobertura para los teléfonos móviles.
El municipio está lleno de rincones con mucho encanto, repletos de aire andaluz y tan idílicos que parecen el decorado de una película: calles limpias, macetas coloridas en paredes pintadas de un blanco inmaculado… todo hace de esta aldea un lugar muy recomendable para relajarse y disfrutar de un entorno único rodeado de naturaleza e infinita tranquilidad.
Además, las paredes de El Acebuchal esconden otros muchos detalles que merecen la atención: poemas, pequeñas entradas para ratones, gatos de escayola o patios exteriores.
Si se recorren sus calles y se disfruta de los parajes naturales, también merece la pena hacer una reserva en el bar el Acebuchal, el único de la localidad, para disfrutar de una experiencia gastronómica única degustando un delicioso desayuno arriero por la mañana o con un suculento almuerzo a base de carnes de caza.
Otro dato importante que hay que tener en cuenta, sobre todo si nuestra estancia incluye alojamiento, es que en la aldea tampoco hay señal de televisión (solo es posible verla por satélite). Y si queremos comer o alojarnos allí, es imprescindible también llevar dinero en efectivo: tampoco es posible el pago con tarjeta.
¿Tenéis preparadas ya las maletas? ¡Disfrutad de la visita!
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