El curioso origen del Roscón de Reyes
Hoy es un día especial para muchas familias que despiden la Navidad entre regalos, chocolate y un delicioso manjar: el Roscón de Reyes. Desde hace siglos que este delicioso dulce se instauró como tradición navideña en nuestros hogares pero muy pocos se preguntan dónde y cuándo empezó todo. Hoy, en el blog de Alliance Vending, venimos a contarte su origen e historia.
Con nata, crema o seco, este bollo de masa dulce con fruta escarchada adorna millones de mesas en Francia, Portugal, España e Hispanoamérica. La masa, aromatizada con agua de azahar es indudablemente característica y deliciosa. Y aunque esta costumbre se dice que fue traída de algunas regiones de Francia, siendo una reinterpretación del galette des rois, el roscón llegó a España para quedarse y hoy es una costumbre muy característica de nuestras Navidades.
Origen en la saturnales romanas
Lo cierto es que esta tradición ha evolucionado mucho con los años y actualmente es una festividad cristiana pero su origen se relaciona con celebraciones paganas, ya que se dice estar relacionado con las saturnales romanas (fiestas dedicadas al dios Saturno) y con las celebraciones del nuevo año y la fertilidad de las cosechas. En estas fiestas se realizaban unas tortas que poco más tarde incluían un haba seca y, quien la encontrase, sería nombrado rey de reyes durante un corto periodo de tiempo.
De Francia a España de mano del primer borbón
Felipe V (1683-1746) importó de Francia a España diversas tradiciones, sobre todo en lo que a gastronomía y ocio se refiere. Se dice que al monarca no podía faltarle durante la celebración de la Epifanía, un gâteau des rois, dulce que solamente se vería en las mesas aristocráticas hasta mucho más tarde. Sería, por lo tanto, en el siglo XVIII cuando las primeras versiones del roscón empezasen a conocerse en nuestro país.
Finalmente en todos los hogares
No fue hasta mucho después cuando este maravilloso dulce, primero torta y luego roscón, pasó a ser parte de todos los hogares y no solo exclusivamente de la aristocracia francesa. La receta se simplificó para abaratar su coste y hacerla más asequible y algo escueta: sin agujero, sin nata y sin fruta escarchada. Por fin en el siglo XX los roscones empezaron a parecerse más a los habituales y por fin, incluirían su toque especial: el relleno de nata.
Esperamos que os haya gustado esta pequeña curiosidad y que disfrutéis de este delicioso manjar y un buen chocolate caliente junto a vuestros seres queridos. ¡A por el premio del Roscón!
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