Dos iniciativas que quizás no conocías y que cambian el mundo
Nuestro día a día evoluciona constantemente. Son muchas las innovaciones tecnológicas que hemos incorporado a nuestra rutina. Algunas llegan para facilitar tareas que ya realizábamos; otras, para simplemente entretenernos. Sin embargo, y como ya decía Antoine de Saint-Exupéry en ‘El Principito’, “lo esencial es invisible a los ojos”. Es inspirador ver cómo diversas iniciativas siguen surgiendo para abordar desafíos sociales y hacer del mundo un lugar mejor para todos. Desde la solidaridad comunitaria hasta la innovación en el ámbito religioso, estas iniciativas demuestran que cada pequeño esfuerzo puede marcar una gran diferencia.
Aprovechamos esta Pausa de Alliance Vending para explorar algunos ejemplos tan llamativos como Los Ángeles de la Noche de Málaga.
Los Ángeles de la Noche de Málaga
Todo comenzó en el verano de 2007. Una malagueña y su marido viajaron hasta Italia para disfrutar de vacaciones, pero se toparon con una idea maravillosa. Un día, a la salida del metro de la ciudad de Milán, observaron cómo algunos voluntarios repartían bocadillos y café caliente a aquellas personas necesitadas que se lo solicitaban. La pareja se acercó para ver qué era lo que congregaba a esas gentes necesitadas. Allí vieron con qué ternura y humildad aquellos voluntarios repartían lo que buenamente podían ofrecerles. Esta idea viajó hasta Málaga y se tradujo en Los Ángeles de la Noche.
Esta organización trabaja incansablemente para ayudar a las personas sin hogar y en situaciones de vulnerabilidad. Su objetivo principal es proporcionar alimentos, abrigo y compañía a aquellos que más lo necesitan, especialmente durante las frías noches de invierno. El equipo de Los Ángeles de la Noche se compone de voluntarios comprometidos que dedican su tiempo y esfuerzo para preparar y distribuir comidas calientes a las personas sin hogar en las calles de Málaga. Estos voluntarios no solo brindan alimento físico, sino que también ofrecen un apoyo emocional invaluable a aquellos que a menudo se sienten invisibles para la sociedad.
A través de su dedicación, Los Ángeles de la Noche está demostrando que un simple acto de bondad puede tener un impacto duradero en la vida de las personas y en la comunidad en general.
Una iglesia 24 horas para mucho más que rezar
En la céntrica calle de Hortaleza, la misma que conecta Gran Vía con Chueca, se encuentra la Iglesia de San Antón. En lugar de limitarse a las prácticas religiosas tradicionales, esta iglesia ha adoptado una perspectiva única al abrir sus puertas no solo para servicios religiosos, sino también para brindar apoyo y asistencia a las personas sin hogar y en situación de necesidad, con la ayuda de la Asociación Mensajeros de la Paz. Está abierta 24 horas, lo que provoca muchas visitas de curiosos, sorprendidos por verla con las puertas abiertas en plena madrugada. Realmente lo hacen para ofrecer cobijo, comida y hasta conexión wifi a sus feligreses, la mayoría personas sin hogar o en riesgo de exclusión social.
Esto se lleva a cabo desde 2015, cuando la ONG Mensajeros de la Paz la rehabilitó. Desde entonces no ha vuelto a apagar las luces. Es, extraoficialmente, la iglesia de los sin techo. El propio Papa Francisco la calificó como un pequeño “hospital de campaña”. Con el apoyo de voluntarios y voluntarias ofrecen, diariamente, el desayuno a más de 200 personas en situación de calle o soledad. Pero, ¿cómo es esto posible?
La Iglesia de San Antón mantiene los cepillos están siempre abiertos para “dejar lo que uno pueda y coger lo que necesita”. También cuentan, desde 2020, con una despensa solidaria, un proyecto que refuerza su compromiso con las familias en riesgo de pobreza agravada por la crisis por el COVID-19. Con ella, entregan cestas solidarias de emergencia y acompañamiento, intentando dar así la solución más adecuada en cada caso. Ellos también tiene su propia máquina expendedora, una máquina solidaria. En ella se puede colaborar con alimentos no perecederos para las familias afectadas gravemente por la crisis.
El templo tiene un alto valor artístico. Allí se encuentran las reliquias de San Antón y de San Valentín, patrón de los enamorados; una copia del cuadro de Francisco de Goya ‘La última comunión de San José de Calasanz’, un órgano de 1824 y, también, uno de los relojes más antiguos de Madrid.
Tanto Los Ángeles de la Noche de Málaga como la madrileña Iglesia de San Antón son ejemplos elocuentes de cómo pequeñas acciones pueden tener un gran impacto en la sociedad, sin importar si son laicos o religiosos. Estas iniciativas muestran que, independientemente de nuestro entorno o recursos, todos tenemos la capacidad de marcar la diferencia. Ya sea ofreciendo alimentos o brindando apoyo a las personas sin hogar. Estas iniciativas nos inspiran a todos a ser agentes de cambio en el mundo que nos rodea.
Y tú, ¿has participado en alguna iniciativa parecida?
¡Nos leemos en la próxima Pausa!
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