De la semilla a la barra: celebramos el Día Mundial del Chocolate desgranando su proceso de fabricación
El chocolate es uno de los alimentos más consumidos del mundo. Su sabor y su textura han conquistado los corazones de personas de todas las edades y culturas alrededor del mundo. Cada año, reservamos el 7 de julio para celebrar el Día Mundial del Chocolate para rendir. Queremos rendir homenaje a este manjar. Aprovechamos esta Pausa para adentraremos en el apasionante proceso de fabricación del chocolate, uno que va desde la semilla de cacao hasta la deliciosa barra que tanto disfrutamos. Acompáñanos en este viaje y descubre todos los pasos necesarios para crear una verdadera obra maestra chocolatera mientras nos tomamos el café de esta Pausa.
Cultivo y cosecha del cacao
La historia de este manjar comienza en las plantaciones de cacao, ubicadas principalmente en regiones tropicales alrededor del mundo. El cacao se cultiva en árboles llamados Theobroma cacao, más conocidos como los árboles del cacao. Estas plantaciones requieren un clima cálido y húmedo para prosperar. Después de unos cuatro o cinco años desde su plantación, los árboles de cacao producen vainas que contienen las semillas de cacao. Esas son las conocidas habas.
Fermentación
Una vez que las vainas son cosechadas, se abren cuidadosamente para extraer las semillas de cacao o las habas. Estas semillas se colocan en recipientes en los que se dejan fermentar durante varios días. Durante este proceso, las enzimas naturales de las semillas transforman los sabores y los aromas, creando los perfiles únicos de cada variedad de cacao. La fermentación es un paso muy importante para desarrollar el sabor característico del chocolate.
Secado
Tras la fermentación, las semillas de cacao se extienden en bandejas o se colocan en secadoras. Con este paso se busca eliminar la humedad. Este proceso, el del secado, se realiza al sol o en secadores especiales controlados en los que las semillas son expuestas a temperaturas suaves. Este proceso puede llevar varios días y es crucial para evitar el crecimiento de moho y garantizar la calidad del cacao.
Tostado y descascarillado
Una vez secas, al igual que las del café, las semillas de cacao se tuestan para resaltar aún más sus sabores y aromas. El tueste puede variar en intensidad y duración, todo depende del perfil deseado. Después del tostado, las semillas se descascarillan, lo que implica eliminar las cáscaras exteriores y dejar solo los nibs de cacao, que son el corazón de la materia prima del chocolate.
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