Consejos para poner en práctica en nuestro día a día en beneficio del planeta
Un popular refrán dice que “un grano no hace granero, pero ayuda al compañero”. Y, en cuestión de proteger a nuestro entorno, cada pequeño gesto cuenta.Por ello, nos hacemos eco de los consejos de la comunidad YaEsHacerAlgo en Instagram así como de otros consejos de pequeñas prácticas para llevar a cabo en nuestro día a día en favor del medio ambiente y el cuidado de nuestro planeta y mostramos una recopilación de las mejores prácticas para mejorar nuestra relación con el planeta y favorecer al medio ambiente.
Aprovechar el calor residual del horno o la vitrocerámica
Una vez apagada, la vitrocerámica continúa durante un periodo de tiempo manteniendo calor. Por tanto, si cocinamos pasta, por ejemplo, en lugar de mantener el fuego encendido durante los 10 minutos de cocción, se puede apagar a los cinco minutos de cocción y ésta seguirá sin que el resultado final pierda propiedades. Y no solo con la pasta: con legumbres como las lentejas se podría apagar el aparato hasta 10 minutos antes de que termine el tiempo de cocinado.
Si lo que tenemos en casa es una placa de inducción, sabed que son mucho más eficientes que las vitrocerámicas: consumen hasta un 20% menos de electricidad, aunque sí es cierto que su calor residual es mínimo. Pero, a pesar de ello —y si sois aficionados a la cocina—, habréis podido comprobar que las ollas y sartenes suelen mantener el calor un tiempo.
Con el horno sucede algo parecido: el calor residual puede ser suficiente para terminar el cocinado durante bastantes minutos. Podéis comprobarlo cuando hagáis una pizza o una lasaña, por ejemplo. Otro aspecto importante a tener en cuenta para no gastar más energía de la necesaria es no abrirlo constantemente durante el cocinado, y también aprovechar su capacidad calentando varios platos a la vez (en este caso, además, si el horno tiene ventilador no se mezclarán los olores).
Cocinar con ollas tapadas
La energía eléctrica que utilizamos para cocinar en casa supone cerca del 10% del consumo eléctrico en el hogar.
Por ello, y pensando no solo en el gasto sino también en la sostenibilidad, el gesto de utilizar una tapa para cocinar con ollas o sartenes nos permite ahorrar hasta un 25% de energía. Y si, además, escogemos el tamaño adecuado para cocinar las raciones que necesitamos, se puede llegar a reducir el consumo hasta en un 90%.
Siempre son más recomendables las vitrocerámicas o las placas de inducción para cocinar que las cocinas de gas porque se consideran más eficientes. Además, en las cocinas eléctricas se recomienda utilizar un menaje que tenga un fondo difusor grueso, porque permite que la temperatura alcanzada en todo el recipiente sea más homogénea y, de esta forma, se aprovecha al máximo el calor durante el cocinado.
No lavar los pantalones vaqueros
Como lo habéis leído. Está claro que no existe prenda más versátil que unos vaqueros, pero ya advirtió Chip Bergh, presidente y consejero delegado de Levi’s Strauss, que no se debían meter los vaqueros en la lavadora y que cuanto menos se lavaran, mejor.
Cada vez que lavamos esta prenda en la lavadora, la prenda libera en el agua unas 50.000 microfibras en cada lavado, que pueden viajar largas distancias y llegar hasta las profundidades más lejanas del mar. Además, si se tiene en cuenta que casi la mitad de la población mundial utiliza vaqueros en algún momento de su vida, son muchas microfibras las que pueden contaminar el agua y alterar el medioambiente. Todo ello sin olvidar también que, al meterlos en la lavadora, gastamos energía y una enorme cantidad de agua.
Entonces, ¿qué podemos hacer entonces para que nuestros vaqueros permanezcan limpios? Si no tienen grandes manchas, los podemos lavar a mano o higienizarlos después de un mes de uso sacudiéndoles el polvo y rociando las partes interiores con agua, un poco de vinagre de vino blanco, aceite esencial o alcohol diluido. Así controlaremos los olores y las bacterias. Una vez secos, los podemos introducir en nuestro congelador entre 8 y 24 horas metidos en una bolsa, o bien dejarlos secar al aire durante el mismo tiempo.
Además, sin utilizar la lavadora, muchos fabricantes y expertos en moda aseguran que estas prendas duran mucho más.
Hacer caso a nuestros abuelos
Sin saber nada de la Economía Circular y el Cambio Climático, nuestros abuelos ya aplicaban el desarrollo sostenible en su día a día. Rescatamos algunas ideas que podemos poner en práctica en nuestro día a día:
Recoger agua de lluvia con barreños de latón para dar de beber a animales y plantas.
- Hacer jabón casero: guardar aceite de oliva usado y mezclarlo con sosa cáustica tras un sencillo proceso de elaboración (y seguro) nos servirá para la vajilla, la ropa doméstica, los suelos y mucho más.
- Utilizar botellas y garrafas de cristal retornables. ¿Recordáis a vuestros abuelos devolviendo la botella de refresco a la tienda para que les devolvieran el dinero del “casco”?
- Hacer los recados con bolsas de tela y carritos, y no con infinitas bolsas de plástico.
- Comprar productos de temporada.
- Menos ropa nueva y hacer uso de las rodilleras, zurcidos y ropa heredada recuperando el hacer punto, ganchillo y, si tenemos habilidad, desempolvar la máquina de coser.
Cocina de aprovechamiento: los restos de la nevera pueden convertirse en verdaderos manjares: por ejemplo, el pan duro en torrijas o en pantumaca al día siguiente, algunas frutas demasiado maduras en compotas o mermeladas… las posibilidades son infinitas.
Utilizar el lavavajillas en lugar de fregar a mano
Un estudio de la Universidad de Bonn señala que se gasta mucho más fregando a mano que utilizando el lavavajillas. Un lavavajillas de categoría A consume unos 15 litros por lavado, frente a los 119 litros que se emplean para el lavado a mano de la misma cantidad de vajilla.
Según recomiendan distintos expertos, es mejor utilizar el lavavajillas no solo porque es más eficiente, sino porque su uso es también más higiénico y cómodo. También es aconsejable que, para su uso correcto desde el punto de vista ecológico, se espere hasta llenar el lavavajillas para cada uso, se utilice jabón sostenible, se coloque la vajilla con más suciedad en la bandeja inferior (donde el agua sale con más fuerza), se utilice el programa ECO para reducir el consumo de agua y energía, se limpie el filtro y las aspas periódicamente y, cuando ya no funcione, se destine al punto limpio para su correcto desecho.¿Aplicáis alguna de estas acciones en vuestro día a día? Os leemos en comentarios 😊
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