Consejos para evitar las distracciones
Seguro que todos estamos de acuerdo en que las distracciones son el principal enemigo de la productividad empresarial. Nuestra mente está diseñada para responder ante los estímulos del entorno y, por ello, algunas veces nos cuesta tanto trabajo concentrarnos y terminar una tarea.
Pero, ¿sabíais que las distracciones en el trabajo pueden suponer entre 2 y 6 horas diarias perdidas de media al día? Así lo afirma un análisis de Edward G. Brown, consultor de grandes compañías financieras como Bank of America o Citibank.
Es cierto que las principales causas que nos retrasan son las distracciones del ambiente y las interrupciones, sean en forma de llamadas, preguntas de compañeros, vistazos a las redes sociales, … Pero no son las únicas.
Por ello, si estáis interesados en que el tiempo os cunda el doble en el trabajo, y que vuestra productividad mejore, no os perdáis los consejos que os damos a continuación para que logréis sacar todo adelante sin esfuerzo.
Fundamental mantener un entorno saludable de trabajo
Tener buena luz (y si es natural, mejor que mejor), una temperatura agradable, así como un ambiente bien ventilado es fundamental para mantenernos concentrados y evitar problemas de vista, dolores de cabeza y todo tipo de incomodidades que, además de afectar nuestra salud, también influyen de forma negativa en nuestra capacidad de concentración y en la productividad.
Además, tener todas nuestras cosas en orden no sólo nos ayudará a evitar perder el tiempo buscando las cosas que necesitamos, sino que nos ayudará también a mantener la higiene mental en el trabajo.
Utilizar un mobiliario ergonómico adaptado a nuestras necesidades
Si tenemos dolores y estamos incómodos, éstos pueden ser una distracción persistente mientras estamos trabajando.
Por tanto, nada mejor que contar con un escritorio y una silla que sean ergonómicos, así como un mobiliario adecuado. Ello nos ayudará a mantener una buena postura de trabajo sin que nuestro cuerpo se resienta.
Descansar de vez en cuando
No somos máquinas y, de vez en cuando, todos necesitamos parar para resetear nuestra mente, estirar los brazos y las piernas, descansar la vista y mover el cuerpo.
Podemos trabajar al menos 45 minutos seguidos y tomarnos unos 10 de descanso. O también hacer pausas periódicas cada dos horas, lo que evitará que nos levantemos entre medias y tener planificado una momento de desconexión, sea para tomar algo en la máquina de vending, charlar un rato con nuestros compañeros o incluso salir un par de minutos a que nos dé el aire.
Importante tener controladas las tareas pendientes
Para ser organizado y lo más productivo posible, nada mejor que mantener un seguimiento de nuestras tareas pendientes, apuntando el orden de prioridad de cada una de ellas, de manera que podamos distribuir nuestro tiempo y marcarnos un plazo para la realización de cada una de ellas.
Primero, apunta las tres tareas más urgentes que tengas o las que resulten más complicadas, ya que, cuando trabajamos con más ganas, tendemos a caer en menos distracciones. Todo lo que no sea tan importante, lo podemos postergar y, una vez que terminemos las tareas más importantes, podremos seguir con todas las demás.
Lo que resulte más rápido de hacer, hacerlo en el momento
Algo que no lleve demasiado tiempo hacer, no cuesta nada realizarlo casi según llega y quitárselo de encima. De lo contrario, si lo postponemos perderemos más tiempo en anotar la tarea y hacer luego el seguimiento de ésta.
Pactar con nuestro compañeros los momentos de concentración
Si necesitas realizar una tarea que requiera una concentración máxima, siempre puedes avisar previamente a tus compañeros, sea diciéndoselo de palabra o dejando un cartel sobre tu escritorio.
Incluso puedes poner un poco de música suave, sea como sonido ambiente o en tus auriculares si te encuentras en una oficina abierta. Todo ello nos ayudará a evitar esas pequeñas interrupciones, que pueden llegar a ser catastróficas, ya que nos puede hacer perder mucho tiempo para volver luego a concentrarnos.
Hay que moverse
Si nos distraemos continuamente, no conseguimos concentrarnos y nos sentimos frustrados con ello, la mejor estrategia es cambiar de lugar.
Muchas veces, un simple cambio de aires es todo lo que necesitamos para despejar la mente y poder volver a concentrarnos.
No enredarse en las redes sociales
Es cierto que puede ser muy tentador ver de vez en cuando nuestro feed, pero echar un ojo a las notificaciones, mensajes y demás implica que nos distraigamos y terminemos desconectándonos de lo que estamos haciendo.
Por ello, es muy recomendable silenciar las notificaciones en el trabajo y esperar a los momentos de pausa programada para responder a los mensajes pendientes.
¿Aplicáis estas tácticas en vuestro día a día para ser más productivos? Os leemos en comentarios.
¡Hasta la siguiente Pausa!
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