Cómo los colores nos transforman

Colores

El uso del color tiene un gran poder sobre las personas. No solo se trata de elegir la tonalidad de jersey que usaremos hoy o el subrayador ideal para los apuntes. Los colores son capaces de estimular o deprimir, creando alegría o tristeza y afectando a las emociones. Gracias a los colores se favorecen sensaciones térmicas e, incluso, pueden generar un efecto de orden o desorden en quien los observa. 

Su influencia en las diferentes culturas y sociedades ha hecho que se conviertan en herramientas para generar emociones concretas o influir en las decisiones. De ahí su importancia en la publicidad, el marketing o la moda. 

Las bases de la psicología del color

A lo largo de los años se han realizado muchos estudios sobre el simbolismo cromático y su lectura en la religión, la ciencia o la ética. Tanto es así que se ha convertido en una corriente dentro de la propia psicología, aunque todavía con recorrido por hacer. La llamada psicología del color analiza su efecto en la conducta. 

El precursor fue el científico y dramaturgo alemán Johann Wolfgang von Goethe. Dentro del tratado conocido como Teoría del color involucró el concepto de la subjetividad. En él deja a un lado la teoría newtoniana y afirma que el color que vemos en un objeto no solo depende de la materia que lo compone o la luz, también influye otra variable: la propia percepción que tenemos del objeto. 
De esta teoría surgen las categorías de los colores divididos en dos grupos principales: cálidos y fríos. Estos, a su vez, están asociados a emociones concretas.

Un color, un estado de ánimo

Los colores cálidos -rojo, amarillo y naranja– pueden producir desde comodidad hasta irritabilidad, mientras que los segundos –azul, verde y morado-, provocan calma, pero también pueden producir tristeza o indiferencia.

Bien es cierto que la interpretación de los colores varía según la cultura. Mientras que en muchos países de Occidente el blanco se vincula con la pureza y las bodas, en algunas culturas orientales representa el luto y la muerte. Sin embargo, existen principios universales que se asocian a los colores básicos: 

  • El rojo: representa el amor, la excitación o las sensaciones intensas, pero también puede crear urgencia.
  • El azul: vinculado principalmente a la tranquilidad y la calma. Tiene un efecto de serenidad y suele usarse en momentos o entornos para buscar la concentración. También está relacionado con la tristeza. 
  • Amarillo: es el color del optimismo y la felicidad. Definido como alegre, su uso excesivo puede causar ansiedad o irritación.
  • El verde: influye en la relajación y se asocia al rejuvenecimiento. Puede ayudar a reducir el estrés por su presencia en los entornos naturales.
  • El naranja: combina la energía del rojo y la alegría del amarillo, generando ese entusiasmo y fomentando la creatividad.
  • El blanco: provoca sensación de paz y calma. Se asocia con la pureza, la limpieza y la simplicidad. En demasía puede transmitir frialdad. 
  • El negro: aunque varía según la cultura, este color tan fundamental puede evocar emociones de tristeza o miedo.

El marketing cromático

Colores

Los colores pueden influir en las decisiones de compra y en la percepción de los productos. Muchas empresas diseñan sus logos teniendo en cuenta los colores que emplean y así envían un mensaje u otro al consumidor. Por ejemplo, la marca Lego dibuja el nombre de la empresa en blanco sobre un fondo rojo. El uso de estos colores representa la diversión y la emoción de los niños al jugar con este tipo de productos.

Otro uso común es emplear el rojo en las promociones y descuentos para generar una sensación de inmediatez o urgencia. Al contrario que el negro que, en el mundo de la moda, representa sofisticación y elegancia.

En definitiva, los colores tienen un poder significativo en las emociones. Comprenderlo permite saber cómo influyen en los estados de ánimo del día a día y en aspectos tan fundamentales como los productos que compramos, la comunicación y el marketing que nos rodea. Curioso, ¿verdad?

¡Nos leemos en la próxima Pausa!

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