Cine y tecnología: Cómo los efectos especiales han revolucionado la industria

Cine y tecnología

¿Sabías que los efectos especiales tienen más de 120 años de historia? El cine ha evolucionado progresivamente a lo largo de la historia dando vida a realidades únicas. El celuloide y sus avances nos han llevado a través de hordas de criaturas animadas en El Señor de los Anillos, el descubrimiento de una nueva especie en Avatar o la sensación de perderse en el espacio en Gravity

Los efectos especiales son un conjunto de técnicas y elementos que permiten crear realidades, escenarios, ambientes o personajes que no existen en la realidad. Desde los primeros días de la industria, cuando se emplearon técnicas simples como maquetas o trucos de cámara, hasta la llegada de la era digital, existe un largo camino que parece no encontrar límites.

Los primeros efectos y su evolución

El gran mago e ilusionista francés Georges Méliès inauguró oficialmente el concepto de efectos especiales. Gracias a su fantasía, creatividad y pericia desarrolló una serie de trucos y técnicas audiovisuales que revolucionaron la narrativa cinematográfica. Dos de sus grandes ejemplos son Viaje a luna (1902) y Viaje a través de lo imposible (1904), inspiradas en las historias de Julio Verne.

El stop trick, la doble exposición o colorear los fotogramas a mano son algunos de los métodos que, por increíble que parezca, se empleaban en aquella época. Un poco más tarde es Eugen Schüfftan quien da un nuevo paso, con la utilización de las miniaturas para recrear escenarios. Él crea también una innovadora técnica: combinar una acción en movimiento con la inserción de escenarios a través del uso de espejos. Un ejemplo claro es Metrópolis (1927) de Fritz Lang.

Más tarde llegaría el mítico King Kong (1933) y, con el paso de los años, otros largometrajes emblemáticos en el uso de efectos especiales: 2001: Odisea en el espacio (1968) de Stanley Kubrick, o La guerra de las galaxias (1977) de George Lucas. Para ella se empleó por primera vez lo que se conoce popularmente como cámara de control de movimiento.

La revolución de Spielberg

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Aunque en los 80 continuó el perfeccionamiento de estas técnicas, con Steven Spielberg y su famoso Parque Jurásico (1993) llegó la revolución. La película descubrió el animatronic. Es el uso de mecanismos robóticos o electrónicos para simular el aspecto y modo de actuar de los seres vivos. ¡El gigantesco Tyrannosaurus Rex nos hizo temblar de miedo!

La era digital y el 3D

En el largometraje del director hollywoodiense también se empiezan a usar los efectos digitales. A partir de ahí todo ha sido perfeccionamiento y mejoras de software hasta dar con el 3D y el uso de la IA en el cine. En las últimas décadas destacan algunas como Abyss (1989), El señor de los anillos (2001), Avatar (2009) o Gravity (2013).

Los efectos generados por ordenador durante la posproducción de una película han dominado el resultado de muchos filmes de ciencia ficción y fantasía. El uso del croma y del morphing, técnica basada en transformar la imagen de un objeto o sujeto real en otra imagen, han sido claves en este proceso. 

En cualquier caso y más allá de los avances tecnológicos, los mejores efectos especiales siguen siendo aquellos que integran de manera orgánica la historia y los personajes de la película, enriqueciendo la experiencia cinematográfica y creando un momento único frente a la pantalla. 

¡Nos leemos en la próxima y “especial” Pausa!

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