5 lugares para enamorarte del turismo nacional

Casi 8000 kilómetros de costa, montañas, ciudades cosmopolitas y pueblos de nombre y aspecto pintoresco. Pero no solo eso, también patrimonio de gran riqueza, buen clima, gastronomía para chuparse los dedos y arte por sus cuatro costados. En este artículo te llevamos virtualmente a cinco destinos para enamorarte del turismo nacional. ¡Buen viaje!

Acantilados de película de Mutriku, Deba y Zumaia   

Trece kilómetros de acantilados recorren la costa guipuzcoana de Deba a Zumaia. Son el llamado Flysch, una formación rocosa muy particular objeto de admiración y estudio por parte de geólogos y turistas de todo el mundo. Su particularidad le ha valido protagonizar capítulos de la conocida serie Juego de Tronos, y la ermita de Zumaia es la que aparece en la película Ocho apellidos vascos. Y no es de extrañar, porque los paisajes que pueden apreciarse desde estos flysch son un espectáculo para los sentidos. Pueden visitarse a pie o en barco, y es importante tener en cuenta las horas de subida de la marea para pasear por sus playas. 

Los colores de la Selva de Irati (Navarra)

Resulta impensable visitar la zona de Navarra sin realizar una de las rutas de senderismo que ofrece la Selva de Irati, el mayor bosque de abetos y hayas de Europa. Se puede acceder a este paraje espectacular desde los pueblos de Orbaizeta o desde Ochagavía, uno de los más bonitos de Navarra y que también es recomendable visitar. Las dos rutas que pueden realizarse tienen como protagonista el pantano de Irabia, una preciosa superficie de agua en mitad de la naturaleza. Nuestra recomendación es conocer esta zona en otoño o primavera, ya que los colores de los árboles están en su máximo esplendor en estas épocas del año. 

La esencia de Andalucía desde Ronda (Málaga)

Que Ernest Hemingway se refiriera a Ronda como “un auténtico decorado romántico” no es casualidad. La ciudad del Tajo ha cautivado durante años a personajes tan ilustres como el escritor, la duquesa de Alba, el poeta Juan Ramón Jiménez o el mismísimo Orson Welles. Y es que perderse por Ronda es echar una mirada atrás al pasado y descubrir parte de la historia de Andalucía entre baños árabes, atalayas o el famoso Tajo; un desfiladero de 98 metros de altura bajo el que discurre el Río Guadalevín, y que ofrece vistas espectaculares. Más allá del Tajo, podemos disfrutar paseando por sus callejuelas, visitando el Yacimiento Arqueológico de Acinipo, la Casa del Gigante o el Convento de Santo Domingo.

Las mejores puestas de sol en Menorca (Islas Baleares)

Desde un faro, un acantilado, un barco o simplemente desde alguna de las maravillosas calas que nos ofrece Menorca. Cualquier lugar es bueno para disfrutar de los atardeceres que nos brinda la isla, desde el mítico faro de Punta Nati hasta el de Favàritx. Y es que Menorca tiene mucho que mostrar. A sus playas y calas paradisíacas como Cala Macarella, Cavalleria o Escorxadas tenemos que añadir la visita obligada a lugares con tanto encanto como Ciutadella, el Castell de Santa Àgueda o la Cova des Coloms; una cueva espectacular de 300 metros de largo y 25 metros de altura a la que llaman ‘La Catedral’. Si eres amante de la aventura, también puedes disfrutar de experiencias como paseos en kayak o buceo en un entorno de ensueño.

Monasterio de Piedra (Zaragoza)

El Monasterio de Piedra se encuentra en la localidad zaragozana de Nuévalo al paso del río Piedra. Este paraje natural, alberga un antiguo monasterio cisterciense con ocho siglos de historia. Además del monasterio, el conjunto lo completa el Parque Jardín Histórico, que te dejará de piedra, y nunca mejor dicho, con sus múltiples senderos, frondosa vegetación, lagos y saltos de agua. El monasterio es un lugar ideal para observar las características de la arquitectura cisterciense, ya que en la actualidad pueden visitarse aún estancias como el claustro, el refectorio o la iglesia con su cripta. Un lugar mágico que no te dejará indiferente. Como esperamos haberte mostrado en este artículo, nuestro país tiene grandes tesoros que descubrir, en invierno o en verano, a pie o en barco, de interior o de costa. ¿Tienes ya hecha la maleta?