La historia del café empieza en el cuerno de África, en Etiopía, en torno al siglo IX, pero el café como bebida empezó a prepararse como tal en la península arábiga. Más tarde se compartió con peregrinos y comerciantes que lo trasladaron a Asia y Europa. Su popularidad se ha extendido desde entonces convirtiéndose en una de las bebidas más consumidas del mundo: más de dos mil millones de tazas de café se toman cada día en todo el mundo.
A lo largo de su historia, el café no solo ha sido apreciado por su sabor y efectos estimulantes, sino que también ha sido objeto de debate respecto a sus efectos sobre la salud. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que el consumo regular de café no solo no es perjudicial, sino que incluso puede ofrecer protección contra ciertas enfermedades, contribuyendo al bienestar general de las personas.