Para los auténticos fans de Lego, el precio es simplemente un número. Aun así, a veces el entusiasmo no basta y no todos los bolsillos son aptos para algunas de las propuestas de la famosa marca danesa. Los coleccionistas son los más arriesgados a la hora de comprar o buscar estos ejemplares. De hecho, algunos están fuera del mercado y solo pueden adquirirse a través de subasta.
La empresa, fundada en el año 1932, creó un sistema único de construcción de piezas en el que todas pueden encajarse entre sí de múltiples maneras, fomentando la creatividad más allá de las propias instrucciones de montaje. Muchos de estos diseños replican desde automóviles hasta emblemas del cine o algunas de las siete maravillas del mundo moderno. La originalidad de Lego ha permitido incluso crear máquinas expendedoras hechas a base de estos coloridos bloques de construcción.
De esta forma, la dimensión, importancia o el reto de su diseño han convertido a una selección de ellos en los legos más caros del mundo: