Tomar un café es una práctica cotidiana que une a las sociedades de distintos lugares del mundo y para millones de personas es parte vital de su día a día. Sin embargo, hubo un tiempo en el que el café no era la bebida de las mañanas y tomar una taza no era el impulso de energía que necesitase la gente para impulsar su ánimo cada mañana.
No todos conocen la procedencia de este grano y su uso. Su historia más documentada se remonta al siglo XV, y la evidencia irrefutable más temprana de un humano tomando un café data de los monasterios sufíes en Yemen, pasando posteriormente por La Meca y Medina, y extendiéndose durante el siglo XVI al Medio Oriente, sur de India, Persia, Turquía, el Cuerno de África y la parte norte de este continente.
Pero, ¿cuándo llegó a Europa y cómo se hizo tan popular? En este post descubrimos algunos de los hitos más curiosos relacionados con su origen.