La oportunidad de disfrutar de un café sedoso, con el punto de dulzor o amargor que desees y la especialidad preferida del momento, no solo es posible visitando el bar o cafetería de moda. También se hace el ‘milagro’ en el propio hogar si tenemos los conocimientos e ingredientes adecuados.
En Arbitrade somos auténticos fans del café en todas sus variantes. Y aunque somos expertos en el take away y en promover el café de Comercio Justo (apostando por la sostenibilidad y el cultivo ecológico), creemos que además es necesario conocer algunas claves imprescindibles que ayuden a preparar el mejor café sin salir de casa.
La molienda, el agua y la temperatura
La frescura del café comienza con la molienda. Cuanto más frescos sean los granos y más reciente la molienda, mejor será el sabor. Lo ideal es comprar granos enteros (si son procedentes de cultivos ecológicos, mejor que mejor) y molerlos justo antes de prepararlo. Lo idóneo es comprar solo la cantidad que vas a consumir en una semana para garantizar que el café mantenga su aroma y sabor. Otro factor esencial es asegurarse de limpiar el molinillo después de cada uso para evitar que los aceites y residuos alteren el sabor del café.
Usa agua filtrada o embotellada si el agua del grifo tiene un sabor desagradable o contiene impurezas. El café está compuesto en un 98% de agua, por lo que su calidad marcará una gran diferencia. Por otra parte, la temperatura del agua afecta directamente la extracción de los sabores del café. El rango ideal para preparar café está entre 90,5 °C y 96 °C. Sin embargo, se puede ajustar según el tipo de café y las preferencias personales: para más brillantes y ácidos, hay que utilizar una temperatura más baja; y para sabores más intensos y notas tostadas, una temperatura más alta dentro de ese rango.
El método de preparación del café
Existen diferentes métodos para preparar café en casa, cada uno con sus particularidades y resultados únicos, tales como la cafetera de goteo, la prensa francesa, la cafetera espresso, la Aeropress, entre otros. Cada método tiene sus particularidades.
Por ejemplo, en el caso de la espresso, requiere más precisión, pero proporciona un café concentrado e intenso. Y en la prensa francesa el café tiene un cuerpo y textura densa gracias a la extracción prolongada. Otro método habitual es el V60 o método de vertido (pour over), que resalta los sabores complejos y las notas frutales.
El café de especialidad: qué es y cuáles son sus beneficios
El café de especialidad se elabora con granos cultivados y procesados bajo estrictos estándares de calidad excepcional, lo que les otorga un perfil de sabor único y una trazabilidad precisa. El reconocimiento oficial llega cuando obtienen una calificación de 80 puntos o más en la escala de la Specialty Coffee Association (SCA). En ese sentido, la diferencia clave respecto al café comercial radica en la calidad de los granos y el cuidado meticuloso en cada fase de la producción, desde el cultivo hasta la preparación final.
Las regiones productoras de café tienen perfiles de sabor únicos, influenciados por su clima y geografía:
- América Latina: países como Colombia y Costa Rica son famosos por cafés suaves y equilibrados, con notas frutales y florales.
- África: Etiopía y Kenia destacan por cafés con una acidez brillante y sabores complejos que combinan matices de frutas y especias.
- Asia: Sumatra e Indonesia producen cafés con un cuerpo robusto y notas terrosas y ahumadas, que aportan una experiencia de sabor intensa y profunda.
El café de especialidad ofrece una experiencia sensorial más rica y promueve prácticas sostenibles y un comercio más justo para los productores.
¿Sigues estos consejos cada día para preparar el café diario? ¿Tienes otras recomendaciones? ¡Compártelas en tu próxima Pausa!